La Academia que arrancó en desventaja lo dio vuelta con dos goles del colombiano Juanfer Quintero, el primero de penal. Ahora en la final deberá medirse con el conjunto brasileño de Belo Horizonte el 23 de noviembre en Asunción del Paraguay.
Racing Club se clasificó a una final internacional después de 36 años y la disputará el 23 de noviembre en Paraguay ante el mismo rival de entonces, Cruzeiro, de Belo Horizonte, luego de superar hoy a otro brasileño, el Corinthians de Ramón Díaz por 2 a 1 en Avellaneda para meterse en la definición de la Copa Sudamericana después de usufructuar el 2-2 registrado en la ida en San Pablo.
En el comienzo del partido Racing intentó tener el control de la pelota, pero las imprecisiones casi le juegan una mala pasada y le permitió a la visita anotarse en el marcador con una contra rápida antes del minuto de juego. A los cinco minutos de juego, una jugada que empezó Yuri Alberto y tras una pared de categoría del neerlandés Menphis Depay, le permitió al goleador brasileño abrir el marcador con una correcta definición ante la salida de Gabriel Arias, que después se transformó en gran figura del encuentro.
Después del gol, la ‘Academia’ tuvo más la pelota, la manejó a lado a lado e inclusive con su propio arquero, pero le costó profundizar por la férrea defensa de los brasileños. El equipo de Costas continuó buscando el empate con la pelota en su poder y la insistencia le permitió llegar a la igualdad desde los 12 pasos con el tanto del colombiano Juan Fernando Quintero.
El empate le dio a Racing la confianza que necesitaba para ponerse en ventaja y una jugada rápida en ofensiva le volvió a dar a “Juanfer” la chance de anotar y no la desaprovechó. Los minutos finales de la primera etapa fueron a pura vorágine con Racing defendiendo la ventaja, incluso con pelotazos lejos de su campo, y los brasileños nerviosos y sin ideas de juego.
En el arranque de la segunda etapa, el equipo de Ramón Díaz salió con todo a buscar el empate, tuvo la pelota, se paró en campo rival, pero el local estuvo firme en defensa y cuidó la ventaja. Una contra rápida casi le permitió a Racing volver a anotarse en el marcador con un remate de primera de Maximiliano Salas, pero la pelota pasó apenas desviada al lado del palo derecho.
El ‘Timao’, obligado a dar vuelta el resultado, controló el partido, ganó el mediocampo y metió al local en su campo, aunque sin incomodarlo con jugadas claras. El ingreso de Bruno Zuculini ayudó al local a acomodarse en el campo, la defensa se mostró sólida y el resto fue solidario para defender el resultado.
Los brasileños tuvieron sus momentos de manejo de la pelota, pero en otros la regalaron y no pudieron ser profundos ni efectivos.
La entrega y el desgaste que hizo el conjunto local hasta el final del partido le dio la chance de mantener la diferencia a favor y así llegar a una final continental después de 36 años.