Para el Fortín marcaron Pizzini, Figal en contra y Bouzat en dos ocasiones; mientras que para el Xeneize anotaron Cavani, Zevallos y Belmonte. Con este resultado, Vélez jugará la final con Central Córdoba de Santiago del Estero.
Vélez Sarsfield sigue demostrando que es el mejor equipo argentino en el plano local y este miércoles dio un gran golpe al acceder a la final de la Copa Argentina tras eliminaren un partidazo nada menos que a Boca Juniors, al que derrotó por 4 a 3 después de arrancar ganando 2-0 para pasar a perderlo 3-2 con un hombre más y finalmente darlo vuelta..
Vélez pareció tener todo “cocinado” en apenas 20 minutos, lo que le llevó para marcarle dos goles a Boca a partir de sendos desbordes de un acierto de su técnico, Gustavo Quinteros, al poner sobre el lateral izquierdo a Matías Pellegrini, que desniveló permanentemente a Luis Advíncula, al punto que el peruano terminó siendo expulsado en el arranque del complemento por doble tarjeta amarilla.
Primero fue Francisco Pizzini el que terminó abriendo el marcador y posteriormente Jorge Figal la mandó adentro de su propio arco tras un centro bajo del surgido en Estudiantes de La Plata.
Casi todo fue a pedir de Vélez en ese primer período, y ese “casi” tuvo que ver con el descuento alcanzado por el uruguayo Edinson Cavani de cabeza tras un centro desde la izquierda de su compatriota Marcelo Saracchi a un minuto del final de esa etapa inicial.
Porque la distancia de un gol siempre es muy peligroso cuando enfrente hay un equipo que va en levantada cuando arranca el segundo período, aunque rápidamente a los tres minutos Boca se quedó con un hombre menos por la mencionada expulsión de Advíncula y entonces pareció volver la calma para los de Liniers.
Sin embargo ese guiño del destino que parecía jugarle a favor, terminó siendo todo lo contrario, porque Boca fue “a lo Boca”, a la antigua, y ante la adversidad y la inferioridad numérica supo sacar fuerzas de flaquezas y pasó en un santiamén del 0-2 de los 20 iniciales al 3-2 con dos goles en 10 minutos, convertidos sucesivamente por Exequiel Zeballos, con una magnífica acción individual, y Tomás Belmonte, en su primer grito con la camiseta auriazul.
Con la lluvia como aliada a 10 minutos del epilogo para redondear la épica, Boca celebraba en las tribunas y su técnico, ex jugador de Vélez, aplaudía el coraje de sus dirigidos, mientras Vélez parecía una desteñida fotocopia de lo que es, el puntero del fútbol argentino.
Pero entonces, para que el partidazo se transformara en recontra partidazo, otra movida de Quinteros, emulando a aquel eximio homónimo ajedrecista, hizo ingresar a Agustín Bouzat, nada menos que un ex Boca Juniors, y en cinco minutos el experimentado mediocampista hizo lo que casi nunca, lo que no es para nada habitual en su carrera: marcó dos goles.
Y entonces lo que era 2 a 0 para los de Liniers y luego épico 3-2 para Boca, terminó siendo un 4-3 para Vélez que seguramente celebró de gran manera en la cercana Santiago del Estero el otro finalista de esta Copa Argentina, Central Córdoba, porque más allá de si los de la V azulada obtienen el campeonato de la Liga Profesional, el albinegro está automáticamente clasificado a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 porque los de Gustavo Quinteros ya accedieron a ese certamen por Tabla Anual.
Una Tabla Anual que ahora es el único camino posible que tienen los “xeneizes”, que volvieron a sufrir una expulsión en partidos clave, para acceder también a una Libertadores de la que estuvieron ausentes este año.
Y así Vélez, que había anunciado “guardia alta” antes de este partido, finalmente terminó aprovechando que Boca la bajó al final del encuentro para aplicarle dos golpes de nocaut.