Vélez Sarsfield igualó sin goles con el conjunto Granate en su estadio y mantiene el liderazgo del torneo con 44 puntos en 23 fechas, Huracán cayó en Tucumán por 4 a 2 y quedó a 2 unidades con 42, mientras que Racing le ganó el clásico a San Lorenzo 2 a 1 y se ubica en el tercer lugar con 40 puntos.
Con un marco espectacular, en el que las bengalas, la pirotecnia y las banderas gigantes conformaron un show adicional en las tribunas, Vélez recibió a Lanús en el José Amalfitani con la misión de ganar para agrandar la distancia de sus principales perseguidores en la cima del campeonato.
El partido comenzó con una carga nerviosa muy notoria. Las irregularidades del campo de juego a causa de los recitales complicó la precisión de los intérpretes y antes del primer cuarto de hora Francisco Pizzini sintió la primera molestia física en uno de sus tobillos que generó un manto de preocupación colectiva. Mientras tanto, el Fortín continuaba apostando por la pelota parada a cargo de Claudio Aquino y la potencia ofensiva de Braian Romero. El Granate, en cambio, se las ingeniaba para generar dificultades a la última línea local con la perseverancia de Walter Bou y la presión constante de Marcelino Moreno, Lautaro Acosta y Eduardo Salvio.
Sobre la media hora, el combinado de Liniers generó la ocasión más clara para abrir el marcador, pero un milagro salvó al equipo de Ricardo Zielinski. Los centros de Aquino y Bouzat hicieron revolcar a Nahuel Losada, quien a puro manotazo intentó desactivar el peligro. Sin embargo, en uno de sus despejes, la pelota le quedó a Valentín Gómez y el central abrió el secador para buscar con toda su categoría el palo más lejano del arquero. Sólo por la heroica reacción de Leonardo Jara, el dueño de casa no se puso en ventaja.
Unos instantes más tarde, otra vez el ex Independiente volvió a despertar emociones en Villa Luro. Fue a través de un tiro libre peligroso que se elevó por encima de la barrera y rebotó contra el travesaño. Una acción que concluyó con el lamento de los hinchas, debido al sonido metálico que entregó el caño. Antes de la finalización de la etapa inicial, los de Gustavo Quinteros ya habían hecho los méritos suficientes para festejar el primero.
La expulsión de Damián Fernández, a instancias del VAR, por una violenta infracción sobre el Laucha Acosta cambió el destino del pleito para el complemento. Con superioridad numérica, Lanús tomó una postura más agresiva en la reanudación del choque y llevó el compromiso a la zona defendida por Tomás Marchiori.
A pesar de las adversidades, Vélez se las ingenió para provocar acciones que se llenaron de polémicas. La sociedad conformada por Romero y Aquino fue una pesadilla para la defensa de Lanús. Y en una de las paredes que construyeron en el área rival, el ex volante de Independiente cayó por un presunto toque del Cali Izquierdoz y el reclamo masivo por el penal fue ignorado por Echenique y Germán Delfino, quien siguió el partido a través de los monitores del VAR.
Sobre el final, el delantero con pasado en Defensa y Justicia tuvo el gol en sus pies, cuando Jalil Elías se apresuró a reanudar el juego en un tiro libre y dejó a su compañero mano a mano frente a Losada; pero la definición del atacante se fue al lado del palo derecho del arquero. Si bien se mantiene en la cima, en Villa Luro quedó un sabor amargo. A pesar de haber jugado todo el segundo tiempo con diez, la repartición de puntos no conformó en Vélez. Y la lucha por el título está cada vez más caliente.
Huracán no pudo en su visita a Atlético Tucumán, cayó por 4 a 2 y se perdió la oportuniad de alcanzar a Vélez en la punta
Huracán perdió 4-2 ante Atlético Tucumán y no pudo alcanzar a Vélez en la punta de la Liga Profesional. Los goles fueron marcados por Marcelo Estigarribia, Renzo Tesuri, Tomás Castro Ponce y Luis Miguel “Pulga” Rodríguez para el Decano; y Rodrigo Cabral y William Alarcón anotaron para el Globo.
En la primera que tuvo el elenco local pudo convertir, y fue a los 13 minutos, cuando el propio Cabral perdió la pelota y esto fue capitalizado por el Decano, que en una jugada con algunos rebotes pudo definir Marcelo Estigarribia con un certero remate esquinado. Siete minutos más tarde y con otro error del Globo, su rival amplió su ventaja. Fue en una falla en la salida de Huracán que la presión del Atlético Tucumán tuvo su resultado. La pelota le quedó a Moisés Brandán, quien remató y la pelota se desvió en Renzo Tesuri, quien firmó el 2-0.
Aunque llegó la reacción de Huracán y a los 33 minutos consiguió el descuento en una contra rápida en la que Erik Ramírez cedió para Walter Mazzantti, cuya corrida terminó en una perfecta asistencia para el propio Cabral, cuyo tiro de primera venció la resistencia del arquero Tomás Durso. Antes de irse al descanso se dio la polémica luego de un tiro de esquina en la que Néstor Breitenbruch tocó la pelota con la mano dentro del área en el forcejeo con Guillermo Burdisso. El juez Andrés Merlos entendió que no fue deliberada su acción y no cobró penal.
En el complemento Huracán de a poco se acercó al campo rival e hizo méritos para conseguir la igualdad, que llegó a los 73 minutos con un golazo de tiro libre de William Alarcón. En el final Huracán fue por la victoria y la lluvia le dio dramatismo al desenlace. Sin embargo, fue el Decano el que logró volver a desnivelar y a los 44 minutos Tomás Castro Ponce convirtió de cabeza el 3-2. Aunque fue el inoxidable Luis Miguel “Pulga” Rodríguez que a sus 39 años selló el resultado, luego de recibir cerca del área, ingresó y con un tiro cruzado firmó el cuarto tanto para el conjunto tucumano.
Racing se lo dio vuelta a San Lorenzo, le ganó 2 a 1 de visitante y se pone más cerca de Vélez y Huracán
El duelo no arrancó fácil. Racing, un conjunto preparado para tener la pelota, registró un 71% de posesión en la primera etapa e intentó jugar en campo rival, con todas las líneas adelantadas. De entrada se presentó un duelo de contrastes, de estrategias muy diferentes, de dos conjuntos con rasgos identitarios diversos. Al equipo de Miguel Russo nunca le importó demasiado la tenencia. El local apostó a esperar, a estar al acecho, a dejar que la visita invada el campo propio para luego disponer de espacios. Esa fue la propuesta del Ciclón, que tuvo transiciones muy rápidas de defensa a ataque, que salió de contragolpe y, con dos o tres toques como máximo, le alcanzó para aproximarse al arco contrario.
San Lorenzo, en definitiva, trató de simplificar, de ser pragmático, prescindió de los ornamentos a la hora de construir y elaborar. Y ese plan le dio resultados en un primer tiempo en el que la diferencia radicó en la precisión a la hora de dar el último toque. A Carbonero y Salas les faltó pulso para definir las situaciones claras que se le presentaron al conjunto de Avellaneda, mientras que Cuello capitalizó un contragolpe que nació de una presión de Bustos sobre Sosa y abrió el partido con un gesto técnico extraordinario al picar la pelota con mucha clase ante la salida de Arias.
Pero Racing es un equipo con abundancia de recursos en materia ofensiva. Por eso se anima a asumir riesgos. Costas ya remarcó en más de una oportunidad que no le teme a la manta corta: si bien suele exhibir algunas grietas de mitad de cancha hacia atrás, cuenta con la capacidad de maquillarlas mediante un ataque que, por potencial, es temible. Cuando aparecieron las asociaciones, cuando se soltaron Martirena y Mura, cuando Santiago Sosa marcó presencia en la mitad de la cancha y distribuyó con su habitual precisión, cuando carreteó Solari, cuando Carbonero dejó de ser tan errático e irregular, la Academia levantó vuelo. Y metió miedo en cada incursión al campo contrario.
Racing creció en el complemento. Esta vez no contó con los pases de magia de Quintero, quien está en la selección de Colombia. Pero encontró frescura con los ingresos de Adrián Martínez, Colombo, Rojas y Nardoni. Y fue incisivo cuando aceleró Mura, quien se vistió de héroe con sus dos goles para dar vuelta el resultado.