La última polémica se reavivó por la canción que entonó la selección argentina luego de ganar la Copa América 2024, pero la crisis ya venía de antes.

Desde hace casi una semana que el presidente de la Nación, Javier Milei y su vicepresidente Victoria Villarruel no se mandan un mensaje ni siquiera por terceros. El episodio que catapultó la situación fue harto conocido y sucedió la semana pasada cuando el Presidente envió a su hermana, Karina Milei, a pedir disculpas formales a la Embajada de Francia por el tuit de su Vice, que trató al país europeo de “colonialista”.
Para muchos oficialistas, las formas de las redes que maneja la tropa mileista se había sobrepasado. “Hay que bajar la soberbia”, coinciden a título personal distintas figuras que dialogan a diario con Milei. En público, Milei dijo ante Alejandro Fantino la semana pasada que el tuit había sido “poco feliz”.
Luego de varios días sin declaraciones a la prensa, Villarruel habló ante medios durante su viaje a Catamarca y marcó: “Yo siempre quise defender a la selección argentina y a los argentinos así que todas las demás interpretaciones la verdad que paso por alto y no me ofendo”. La dirigente todavía mantiene fijado el tuit que causó el entredicho diplomático y le respondió a un usuario en su cuenta de Instagram: “Segundo, Francia”.
En el núcleo duro de Milei se molestan por el despliegue propio que tiene Villarruel desde que La Libertad Avanza ganó las elecciones del año pasado. La dirigente mandó a hacer su propio isologotipo electoral y se mostraba el año pasado haciendo recorridas por su cuenta.
Desde Néstor Kirchner para acá, con la sola excepción de Mauricio Macri, todos los presidentes tuvieron, con mayor o menor grado de gravedad, relaciones tirantes con sus vicepresidentes. Primero fue Daniel Scioli, después Julio Cobos, lo siguió Amado Boudou, salpicado por el caso Ciccone, y Cristina Kirchner, que terminó su gestión como vice peleada en durísimos términos con Alberto Fernández.
El caso de Villarruel, sin embargo, es aún más llamativo: las diferencias con la Casa Rosada quedaron expuestas en los primeros meses de gestión, en el inicio del Gobierno. Cerca de la vicepresidenta aseguran, en ese sentido, que nunca fueron propiciadas por ella. Y que buena parte de las operaciones en su contra tienen nombre y apellido: Karina Milei y Santiago Caputo. Por eso, sorprendió en la Cámara alta la decisión del viernes del presidente, cuando Fantino le consultó por el posteo con su apoyo al jugador de la selección y las críticas al país europeo.


Este martes el vocero presidencial Manuel Adorni afirmó que Milei y Villarruel no hablaron en los últimos días, sumado a la aclaración de que el posteo de la vicepresidenta “fue un comentario que no representaba la decisión del Gobierno”.
No obstante, la titular del Senado declaró: “Todas las demás interpretaciones, la verdad que paso por alto y no me ofendo”.
“Siempre creo que lo más importante es estar apoyando a cada uno de los argentinos, y la Selección nos da tantas alegrías que creo que todos estamos de acuerdo en agradecerles, en apoyarlos y en estar siempre con ellos”, concluyó.