La Cámara baja le sancionó la primera ley del gobierno de Milei, que marca el regreso de ganancias para los trabajadores, bajas de bienes personales, facultades extraordinarias para el Gobierno, privatizaciones, la reforma laboral y beneficios para las multinacionales.
A 200 días después de asumir, el gobierno de Milei logró la aprobación definitiva de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Congreso. El ambicioso proyecto “ómnibus” había entrado en la Cámara de Diputados en enero y durante seis meses sufrió innumerables recortes y modificaciones que permitieron al oficialismo alcanzar un consenso mínimo con los bloques de la oposición “dialoguistas”. A pesar de todo, el primer éxito legislativo del oficialismo finalmente incluyó varios puntos considerados centrales para la Casa Rosada, como las facultades delegadas, las privatizaciones, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, la reversión del Impuesto a las Ganancias, la suba del piso de Bienes Personales y el blanqueo de capitales.
Pasada la una de la mañana, la Ley Bases fue sancionada, con las modificaciones introducidas por el Senado, con el respaldo del PRO, el radicalismo, Hacemos Coalición Federal y gran parte de las fuerzas provinciales con 147 votos a favor y 107 en contra con 2 abstenciones.
El paquete fiscal, con su reversión del impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales, también consiguió apoyo mayoritario. El regreso del impuesto a las ganancias para los trabajadores obtuvo 136 votos a favor y 116 en contra, con 3 abstenciones. La rebaja en los Bienes Personales para los más ricos alcanzó 134 votos positivos frente a 118 en contra y también 3 abstenciones. Se abre ahora la instancia de la judicialización, sobre todo del impuesto a las Ganancias, por lo irregular del trámite seguido.
Desde temprano, en la Cámara de Diputados predominaba el cansancio y la sensación de que, tras seis meses de debate, se cerraba finalmente una etapa del gobierno de Milei. Los radicales y pichettistas, que luego acompañarían la sanción de las dos leyes, sacaban pecho y aseguraban que “ahora al presidente se le acabaron las excusas”. El oficialismo, mientras tanto, se mostraba exultante: había logrado reunir quórum pasado el mediodía sin ningún problema y se movía tranquilo con la seguridad de que, a la madrugada, podría finalmente ofrecerle al presidente las dos primeras leyes de su gestión. Ninguno había querido perderse el acontecimiento y, desde temprano, se vio pasar a Karina Milei y Victoria Villarruel – que llegaron al mismo tiempo pero no intercambiaron palabra -, así como a Guillermo Francos.
La modalidad acordada en la reunión de Labor Parlamentaria determinó que ambos proyectos se discutan en simultáneo. En general, las críticas del peronismo apuntaron contra la constitucionalidad de reponer Ganancias y Bienes Personales -adelantaron que ambos puntos serán judicializados- y sobre los efectos negativos del RIGI y la reforma laboral.
Pasada la 1 de la madrugada, llegó el momento de la votación de la Ley Bases. El formato del dictamen, que constaba de un solo artículo que ratificaba todos los cambios del Senado, fue especialmente problemático para el peronismo porque si había diputados que querían mostrar su apoyo al RIGI también debían votar afirmativamente otros puntos como la reforma laboral o las privatizaciones.
Justamente la presión de las provincias que podrían recibir las grandes inversiones generó fuertes tensiones dentro del bloque. En las reuniones de los días previos muchos diputados no quisieron adelantar cómo votarían. Para Unión por la Patria el principal problema político era no poder mostrar unidad en el bloque ante el proyecto insignia de Milei.
Para asegurarse la aprobación de la Ley Bases el oficialismo había desistido de incluir en la lista de empresas que se pueden privatizar a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina. Lo mismo ocurrió con la eliminación de la moratoria previsional y la creación de la Prestación de Retiro Proporcional, destinada a los trabajadores que tienen algunos aportes pero no llegan al mínimo de 30 años. Esta decisión fue la que le permitió sumar algunos votos extras del radicalismo, como Facundo Manes que había rechazado la ley en general, y encolumnar a gran parte del bloque Hacemos Coalición Federal, que reclamaba respetar los acuerdos alcanzados en el Senado.
Por otro lado, los libertarios aceptaron los cambios al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones y al blanqueo de capitales que hizo el Senado. Por ejemplo, el RIGI se limitó a nueve sectores (foresto-industria, turismo, siderurgia, petróleo, gas, infraestructura, minería, energía y tecnología) y será obligatoria la contratación de un 20% de proveedores locales. En cuanto al blanqueo, quedaron excluidos los hermanos de los funcionarios, de los extranjeros y de los bienes de terceros (testaferros); además, los fondos serán coparticipables con las provincias.
El artículo de Ganancias fue el que más especulaciones despertó durante los últimos días por las incógnitas en varios bloques, principalmente en el peronismo y el radicalismo. El dato destacable fue que los diputados de Unión por la Patria de Catamarca, por presión del gobernador Raúl Jalil, aportaron tres votos afirmativos (Dante López Rodríguez, Sebastián Nóblega y Fernanda Ávila) y una abstención (Silvana Ginocchio). En la votación anterior habían sido tres abstenciones y un voto a favor. Por su parte, no hubo sorpresas en el bloque UCR. Los libertarios también sumaron dos votos que en abril estuvieron ausentes Álvaro González y Gerardo Milman, y a Paula Oliveto, que se había abstenido y ahora votó afirmativamente.
La reversión de Ganancias había sido aprobado por Diputados pero luego el Senado lo rechazó por la presión de los gobernadores patagónicos, que buscaban evitar que el tributo alcance gran parte de los trabajadores de su provincia debido a que tienen sueldos altos por el régimen de las zonas desfavorables y por el tipo de actividades que realizan (por ejemplo, los petroleros y los trabajadores de los puertos).
La aprobación de la versión de Diputados llevará el mínimo no imponible de Ganancias quedaría en $1.800.000 brutos para los solteros y a $2.200.000 para los casados con hijos. Así, volverían a pagar este tributo alrededor de 800.000 trabajadores con alícuotas que van del 5% al 35%. En tanto, la actualización del mínimo se haría de forma trimestral durante este año, en septiembre, y luego de forma semestral a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Reforma de Bienes Personales
El nuevo piso del tributo, que se aprobó con 134 afirmativos y 118 negativos, pasará de $27 millones a $100 millones (de USD 29.000 a USD 107.000) y la deducción por la vivienda familiar será de $350 millones. A su vez, se implementará un plan de pago anticipado por los montos que corresponden a los próximos años, hasta 2027. Se trata del Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (“Reibp”), con una alícuota reducida de 0,45% por año (2,25% en total) precisa el articulado.
Revisión de los gastos tributarios
La oposición intentó sin éxito insistir con la revisión de los gastos tributarios. Es decir, con los ingresos que el Estado deja de percibir al otorgar beneficios impositivos especiales para favorecer ciertas actividades, zonas o contribuyentes. Algunos ejemplos de gastos que el Poder Ejecutivo podía revisar son: la exención de inmuebles rurales en Bienes Personales (0,48% del PIB), la exención de honorarios de directores de sociedades en el IVA (0,29% del PIB), la exención del pago de Ganancias por parte de jueces (0,16% del PIB) o el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego (0,33% del PIB).
Sin embargo, ese artículo había sido rechazado por dos tercios de los votos en el Senado y su aprobación era virtualmente imposible sin el apoyo del peronismo (99 votos). La votación terminó: 148 votos a favor contra 107 en contra.
Antes de la votación, el presidente del bloque Unión por la Patria, Germán Martínez, adelantó que su espacio tendrá “en agosto una propuesta respecto a los gastos tributarios”.