El Presidente de la Nación rubricó la controvertida medida este viernes por la noche, tras reunirse con los legisladores de La Libertad Avanza y afines al oficialismo. La protesta de los jubilados está pautada para el próximo miércoles.

Javier Milei finalmente firmó el veto a la mejora en las jubilaciones que aprobó el Congreso bajo la explicación de que sería un golpe a las cuentas fiscales del Gobierno, poniendo el superávit y el plan económico en riesgo.
La rúbrica llegó al filo de los 10 días reglamentarios para vetar la ley y luego de la reunión que el Presidente mantuvo en Casa Rosada con los diputados y senadores de La Libertad Avanza y los miembros aliados de la Cámara baja, con quienes definió una hoja de ruta legislativa y un apoyo a la hora de votar para ratificar el veto presidencial.
“El proyecto de ley sancionado por el H. CONGRESO DE LA NACIÓN es manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento”, dice el texto del veto.
Y agrega que el Poder Legislativo debe “actuar con sensatez institucional, de forma responsable, cuidando de no emitir disposiciones cuya aplicación sea inconveniente para las cuentas públicas, o que contradigan la proyección de ingresos y distribución de gastos prevista en el Presupuesto Nacional”.


A pesar de la represión de esta semana, los jubilados vuelven a marchar el próximo miércoles
Jubilados y movimientos sociales preparan una nueva movilización para rechazar el veto presidencial a reforma previsional. La protesta, pautada para el próximo miércoles, tomará mayor dimensión luego de la represión que sufrieron en la última convocatoria, cuando la Policía Federal avanzó con gases y palos contra los manifestantes en la puerta del Congreso de la Nación.
La marcha, que se iniciará en las inmediaciones del Parlamento y culminará en Plaza de Mayo, tiene como objetivo visibilizar que el ajuste fiscal que Javier Milei exhibe con orgullo recae en gran medida en los jubilados y repudiar la violencia estatal. Así, desafiarán una vez más al protocolo de seguridad de la cartera que conduce Patricia Bullrich, quien anticipó que de cortarse las calles volverán a reprimir a los manifestantes.