El conductor televisivo rechazó la acusación realizada por un hombre radicado en Miami. Reconoció que conoce y que mantuvo un vínculo sentimental “muy sana” con el denunciante y advirtió que fue “extorsionado” por dinero.

Adrián Alfredo Molina, el hombre que denunció judicialmente a Marley por abuso sexual, habló por primera vez en los medios de comunicación. Lo hizo este miércoles en Intrusos (América) junto a su abogado, Martín Apolo, en una entrevista que comenzó minutos antes de que Alejandro Wiebe, el nombre del conductor, diera su versión: “Son todas falsedades”, señaló en el noticiero de Telefe.
“¿Qué te llevó después de tanto tiempo a contar tu historia?”, le preguntó la conductora, para iniciar la charla. “Cuando somos pequeños las cosas no son procesadas en nuestra mente, mucha gente pasa por situaciones de traumas extendidos. Yo no tenía herramientas para darme cuenta”, aseguró Molina. “Yo salí del closet cuando tenía 24 años y le mandé un correo a mis papás. Nadie sabía que era gay, él (por Marley) fue la primera persona en saberlo”, agregó.
A continuación, el hombre -que actualmente vive en Estados Unidos- relató su vínculo con el conductor. “Empezamos a chatear en 1996 aproximadamente, y esa conversación se trasladó a un mail. Por varios meses nos comunicamos así, no había fotos de intercambio en ese entonces”, rememoró Molina. Respecto al encuentro cara a cara, contó qué ocurrió en el barrio de Palermo, dato que figura en la denuncia. “Cuando lo vi tenía un presentimiento que era Marley. Fui a Libertador y Oro, ahí paró un auto BMW polarizado. Entré y fui a su casa”.
Ante las consultas del panel, Adrián intentó reconstruir aquella escena. “No recuerdo palabras, recuerdo sensaciones. Recuerdo ver una persona muy grande para un auto muy chiquito, con una mirada intensa y sentirme muy pequeño”, evocó. Y añadió el impacto de que fuera una figura pública. “Era una persona que en mi conciencia tenía un elemento de confianza, de verdad, de ética, porque lo veía en la televisión de mi casa”.


En su testimonio, Molina manifestó que la relación duró alrededor de tres años. “Siempre iba a la misma casa. No podía ir a otro lado porque él no quería. No quería ser asociado con hombres y menos con una persona diez años menor”, reveló, y contó cómo era la rutina de la relación: “Era ir a su casa por una determinada cantidad de horas. Comer, tener relaciones y me llevaba a mi casa en Palermo”.
El denunciante también se refirió al final de la relación. “La situación se puso tensa cuando él se puso la intención de tener parejas mujeres, yo eso no lo podía entender”, expresó el hombre. “Había pasado una situación particular que está descrita en la causa, y tenía dos opciones: o quedarme en un país donde lo tengo que ver todos los días en los medios, o irme y dejar todo atrás. Él lo facilitó y pagó el viaje de ida”.
Luego lo consultaron sobre el camino que llevó a la presentación judicial: “Hace dos años se hace una denuncia y empecé a conectar puntos. La primera persona que puso todo en contexto es mi pareja, que es abogado y él fue la única persona que me hizo las preguntas correctas”, respondió. En este punto la conductora le comentó que había conversado con Marley, y le trasladó la versión del animador.
La versión de Marley
El conductor aseguró: “Yo quiero que salga la verdad, tengo todas las pruebas, todo es mentira, y tengo las pruebas de todas las mentiras para refutarlas”. “Todo va a ser presentado a la Justicia y creo que esto se va a cerrar rápidamente”, afirmó.
“Todavía le tengo cariño, tenemos 23 años de historia de llevarnos bien y odio que me obliguen a contar de mi vida, a hablar de la sexualidad y que me fuercen a hacer algo en la Justicia, pero no me queda otra, tengo que hacer una denuncia penal y que la gente vea que esto no es vedad y que tengo todas las pruebas de que es una extorsión”, agregó.
Con relación a Molina, Marley remarcó que mantuvieron un vínculo “muy sano y muy lindo durante dos o tres años”. “Los dos éramos mayor de edad, éramos grandes, y él estudiaba en la facultad”, puntualizó.
La denuncia tramita en el juzgado de instrucción 43 y en la fiscalía de Marcelo Retes.