El incremento estaba previsto originalmente para enero pero se aplicará en las facturas del mes que viene, que se pagarán en mayo, cuando habrá otro salto en el precio del fluido. La suba en la boleta puede ser mayor por el transporte y la distribución.
El Gobierno definirá desde este miércoles un aumento en las tarifas de gas natural por redes que se aplicará desde el primero de abril e impactarán mayormente a los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios e industrias en línea con lo que había sucedido con la electricidad. El precio del fluido en algunos casos se cuadruplicará desde abril, a lo que se sumará una nueva suba para el período mayo-septiembre según dijeron fuentes.
Las empresas del sector se reunieron este martes con las autoridades del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) para firmar los acuerdos que pondrán en marcha el nuevo esquema. Las firmas esperan que los mayores incrementos se sentirán a partir del segundo semestre con el comenzado del invierno, la baja de las temperaturas y un mayor consumo.
La Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chirillo tenía previsto comenzar con este sendero de quita de subsidios y aumentos en febrero, aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió postergar las actualizaciones para no generar un mayor impacto en la inflación. Es que en los últimos meses se avanzó con las subas en la electricidad.
Esto se da en el marco del objetivo del Gobierno en sostener el superávit fiscal en 2024, en donde una de las partidas que se quieren recortar es la de subsidios energéticos. La hoja de ruta de Caputo estipula una reducción de 0,5% del PBI en esa partida para este año.
En detalle, la resolución que publicará después de esta medianoche Energía plasmará los nuevos precios mayoristas del gas, conocidos como Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que es uno de los componentes de la factura junto con el costo de transporte, de distribución y los impuestos.
Según se desprende de la norma, los usuarios que según el actual esquema de segmentación tarifaria representan el Nivel 1 (altos ingresos) y los del servicio general que no son residenciales sentirán pagarán entre USD 2,70 y USD 2,95 por millón de BTU.
Por su parte, los usuarios N2 (bajos ingresos con tarifa social) pagarán por el gas entre USD 0,74 y USD 0,78 por millón de BTU desde el mes que viene. Los N3 (Ingresos medios) abonarán entre USD 1,10 y USD 1,17 por millón de BTU. Obviamente estos dos grupos pagarán pleno por el consumo que exceda el bloque subsidiado.
El mayor impacto se sentirá en el período mayo-septiembre, cuando el precio del gas saltará a entre USD 4,20 y USD 4,50 por millón de BTU dependiendo la zona del país. Esto representará una fuerte disparada en un período donde los consumos serán más altos.
Sin embargo, no está claro cómo se terminará trasladando esa suba a los diferentes segmentos de usuarios. Para ese momento Energía espera tener en funcionamiento el nuevo esquema de subsidios que contemplará una Canasta Básica Energética (CBE) con un consumo esencial para cada zona climática de la Argentina.
El sendero elegido por el Gobierno muestra el retraso en la implementación del plan de quita de subsidios y “sinceramiento” de precios que tenían previsto en el inicio de la gestión. En la audiencia pública que se realizó a finales de diciembre Chirillo había explicado que los hogares solo pagaban el 17% del costo medio del gas.
El funcionario había detallado que se aplicaría una quita del 33% en la asistencia en los inicios de febrero, marzo y abril hasta que todos paguen el costo pleno. Pasarían de USD 0,70 a USD 4,1 el millón de BTU en promedio, un salto del 500 por ciento. Finalmente este plan se postergó mientras que en principio sólo se aplicará a altos ingresos, comercios e industrias.
Por otro lado, faltan definir los aumentos que convalidará Energía para los servicios de transporte y distribución. Las empresas habían solicitado un salto del 500% en sus tarifas durante aquella audiencia pública para recuperar lo perdido durante el congelamiento que aplicó el Gobierno de Alberto Fernández. Desde el sector se entusiasman con que lo que otorgue el Gobierno estará en línea con su pedido, pero se mantienen atentos a los detalles que se plasmarán en la resolución de este miércoles.
En caso de avanzar con una quita total de los subsidios y la recomposición que piden las compañías, las tarifas se multiplicarían al menos por seis veces. De ser así, la consultora EcoGo calculó que las tarifas de gas podrían aumentar un 743 por ciento.
El norte del Gobierno continúa centrado en la necesidad de recortar el gasto en subsidios. Para el año 2023, el volumen de estas erogaciones alcanzó el 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB), contribuyendo el sector energético con 1,6 puntos porcentuales, lo que representa aproximadamente 9.683 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la consultora Economía & Energía. Se ha establecido como objetivo para el año 2024 reducir estos subsidios a un 1,3% del PIB en términos generales, y a un 1,1% específicamente en el ámbito energético.