El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió públicamente a la reciente decisión de su equipo de unificar en 10% los aranceles para la mayoría de los países, incluidos México y Canadá, como parte de una estrategia para reordenar su política comercial global.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha comentado este miércoles que su decisión de hacer una pausa de 90 días en algunos de los aranceles se debió a que “la gente se estaba pasando un poco de la raya”.
“Bueno, pensé que la gente se estaba pasando un poco de la raya. Se estaban poniendo nerviosos, ¿sabes?”, declaró el mandatario estadounidense en una reunión con campeones de carreras en la Casa Blanca. “Estaban un poco nerviosos, un poco asustados, a diferencia de estos campeones, porque tenemos un gran trabajo que hacer”, agregó.
Asimismo, el jefe de Estado hizo hincapié en que ningún otro mandatario habría introducido una política parecida a la suya. “Ningún otro presidente habría hecho lo que yo hice”, expresó, enfatizando que otros homólogos “no lo habrían hecho”.
Preguntado sobre si tomó esta decisión debido a la situación en el mercado de bonos, Trump dijo que esta esfera es muy complicada, aunque ahora se ha normalizado. “Estaba observando el mercado de bonos. El mercado de bonos es muy complicado”, expresó. “Pero si lo miras ahora, es hermoso. […] Pero, sí, anoche vi que la gente estaba un poco nerviosa”, admitió Trump.
Sin embargo, el presidente estadounidense destacó que no considera un “gran paso” la decisión de poner en pausa los aranceles. “El gran paso fue lo que hice el ‘Día de la Liberación'”, declaró, refiriéndose a una ceremonia del 2 de abril, cuando anunció las amplias medidas arancelarias globales. “Nos liberamos de todos los tratos [comerciales] horribles que se hicieron”, destacó Trump.
Esta jornada, el mandatario de EE.UU. anunció que, dado que más de 75 países se habían dirigido a los representantes para abordar el asunto de las tarifas y “no han tomado represalias de ninguna forma”, autorizaba para dichas naciones “una pausa de 90 días y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este período del 10 %, también con efecto inmediato”.
Entre los países con gravámenes más altos se encuentra China, cuyas tasas aumentó Trump hasta el 125 % “sobre la base de la falta de respeto que [Pekín] ha mostrado a los mercados mundiales”.
Si bien – por el momento – el Gobierno de Trump no detalló cómo quedará el esquema arancelario, los beneficiados por el anuncio serían los principales socios comerciales de Estados Unidos que habían sufrido un aumento en la tasa que sus productos iban a pagar en la aduana norteamericana: la Unión Europea, Japón, Vietnam, Corea del Sur, Taiwán, India, Reino Unido, Suiza y Tailandia.


A esa lista se sumarían Indonesia, Malasia, Camboya, Sudáfrica, Bangladesh, Israel, Filipinas, Pakistán, Sri Lanka, Nicaragua, Noruega, Costa Rica, Jordania, Nueva Zelanda, Ecuador, Madagascar y Myanmar, que se habían visto más perjudicados, por aplicárseles aranceles de casi la mitad de lo que cobran a Estados Unidos.
En este mismo escenario estaban Túnez, Kazajistán, Serbia, Costa de Marfil, Lagos, Botswana, Trinidad y Tobago, Algeria, Lesoto, Mauricio, Fiji, Liechtenstein, Guyana, Bosnia y Herzegovina, Nigeria, Namibia, Brunei, Bolivia, Venezuela, Macedonia del Norte, Ghana, Papúa Nueva Guinea, Malawi, Afganistán, Zimbawe, Siria, Vanuatu, Moldavia, Angola, la República Democrática del Congo, Mozambique, Zambia, Irak, Camerún, Uganda, las Islas Malvinas, San Pedro y Miquelón, Santa Helena, Nauru, la Guinea Ecuatorial, Libia, las islas Norfolk, Reunion y Chad, que, en adelante, se enfrentarán a un gravamen del 10 por ciento.
En tanto, otro grupo de países no se vio afectado por la noticia ya que desde un primer momento fue alcanzado por un impuesto del 10 por ciento, en su mayoría por no representar un déficit sustancial para Estados Unidos o hacerlo en un nivel muy bajo.
Entre ellos están Perú, República Dominicana, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Guatemala, Honduras, Egipto, Arabia Saudita, El Salvador, Marruecos, Reino Unido, Brasil, Singapur, Chile, Australia, Omán, Uruguay, Bahamas, Ucrania, Bahréin, Turquía, Qatar, Islandia, Kenia, Haití, Panamá, Etiopía, Liberia, las Islas Vírgenes Británicas, Mónaco, Uzbekistán, República del Congo, Yibuti, Polinesia Francesa, Islas Caimán, Kosovo, Curazao, Ruanda, Sierra Leona, Mongolia, San Marino, Antigua y Barbuda, Bermudas y Colombia.


Canadá y México, que originalmente habían quedado fuera de este esquema, en adelante se verán también alcanzados por un impuesto del 10 por ciento.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró que aquellos que no tomaron o amenazaron con tomar represalias contra Estados Unidos serán “recompensados” y adelantó que las primeras negociaciones que se mantendrán en el marco de este nuevo esquema serán con Vietnam, Japón, Corea del Sur e India.
Por el contrario, el único caso eximido de este alivio es China dado que, “debido a la falta de respeto que ha mostrado hacia los mercados mundiales”, así como a su política de “estafar a Estados Unidos y a otros países”, Trump definió aumentar su tasa al 125%, con efecto inmediato.
Horas antes, Beijing había activado nuevas represalias para los gravámenes estadounidenses, que hasta el anuncio alcanzaban el 104 por ciento, en un intento por ratificar su “voluntad firme” y sus “recursos abundantes” para responder “con determinación” a este enfrentamiento económico y comercial con la Casa Blanca.