Los miembros de la agrupación extremista islamista HTS que somete a Siria anunciaron el lunes el fin de una operación contra supuestos leales al depuesto presidente Bashar Al-Assad, después de que un monitor de guerra informara de más de 1.000 civiles asesinados, en su totalidad alauitas y Cristianos de regiones costeras, en los peores actos de violencia desde que en diciembre tomaran Damasco por la fuerza e impusieran al terrorista Al-Jolani como dictador.

Los enfrentamientos entre las fuerzas que lideran Damasco y los seguidores del expresidente Bashar al Assad estallaron el jueves en la zona costera de Siria, causando un gran número de muertos y heridos. En los últimos días en las redes sociales circularon numerosos videos que muestran asesinatos en masa de la población civil. En las imágenes difundidas se puede observar que entre las víctimas de la matanza hay mujeres y niños alauitas.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó el viernes que Moscú está alarmada por el “brusco agravamiento” de la situación en Siria. “En estas circunstancias críticas, hacemos un llamamiento a todos los líderes sirios que puedan influir en la evolución de la situación ‘sobre el terreno’ para que hagan todo lo posible por poner fin al derramamiento de sangre lo antes posible y evitar víctimas civiles”, declaró.
A su vez, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, subrayó en un comunicado que Washington “condena a los terroristas islamistas radicales, incluidos los yihadistas extranjeros, que asesinaron a personas en el oeste de Siria”. Asimismo, indicó que el país norteamericano “está con las minorías religiosas y étnicas de Siria”, añadiendo que “las autoridades interinas sirias deben exigir responsabilidades a los perpetradores de estas masacres contra las comunidades minoritarias” del país.
En un comunicado publicado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, la organización humanitaria se manifestó “extremadamente preocupada” por la situación violenta en las gobernaciones de Latakia y Tartús, en las que residen alauitas, minoría religiosa en Siria. Desde la Cruz Roja instaron a todas las partes a “garantizar el acceso sin trabas a la asistencia sanitaria y la protección de las instalaciones médicas”.
Mientras, desde la ONU señalaron que la situación en Siria “sigue siendo muy inestable, con cifras no verificadas de muertos y heridos civiles”, añadiendo que un miembro del personal de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo perdió la vida el jueves. Se indicó que, de acuerdo con los informes, miles de personas han sido desplazadas en las zonas costeras, y múltiples civiles heridos habrían sido derivados a hospitales de la gobernación de Homs.
Testigos de la masacre
Los musulmanes radicales respaldados por el Gobierno actual están perpetrando un “genocidio” en Siria, denunció el lunes la monja cristiana libanesa Agnes Mariam de la Croix (madre Agnes), en una entrevista concedida a RT.


“Lo que está sucediendo hoy en Siria es un crimen contra la humanidad. Y el primer responsable de este crimen es el Gobierno local. Porque el Gobierno local dice que está luchando contra la insurgencia, pero ¿por qué en el fondo permite y da la bienvenida a grupos islámicos radicales que están entrando en esas ciudades y masacrando a civiles inocentes en sus apartamentos, en sus casas o en la calle?”, declaró la madre superiora del monasterio grecocatólico melquita de Santiago el Mutilado, en la ciudad siria de Qara, en la diócesis de Homs. “No es por una insurgencia”, agregó.
Según la monja, se trata de los takfirís que están en contra de diferentes grupos religiosos de Siria, incluidos cristianos, alauitas y sunitas. “Los takfirís son musulmanes radicales que quieren matar a los impíos. Para ellos, todos los demás son impíos. Por eso matan a todo el mundo”, explicó.
A continuación, Agnes observó que tales eventos están sucediendo “desde el comienzo de los acontecimientos en Siria”. “Hemos presenciado lo que yo llamo una discriminación política. No hay valores de derechos humanos ni derecho internacional, solo intereses. Y lo que yo llamo la intervención internacional de los llamados amigos de Siria nos ha llevado a donde estamos. Lo he visto venir y ya está aquí. Es una pesadilla, es un verdadero crimen contra la humanidad, es un genocidio”, lamentó.