Tras 25 años de negociaciones, anuncian un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea

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Los mandatarios de la región sudamericana consideraron este acuerdo como “un hecho trascendental” para “estrechar lazos con Europa, no solo económicos sino también culturales y tecnológicos que nos permitirán el crecimiento mutuo”.

En el marco de la Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur que se desarrolla en Montevideo, Uruguay, se anunció hoy que “existe un acuerdo” para firmar un pacto comercial tras 25 años de negociaciones entre ese bloque regional sudamericano y la Unión Europea (UE).

En una conferencia prensa encabezada por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y sus pares del Mercosur, Javier Milei (Argentina), Inácio Lula da Silva (Brasil) y Santiago Peña (Paraguay), junto a la representante de la Comisión Europea (CE), Úrsula von der Leyen, se hizo este anuncio de acuerdo comercial.

Lacalle Pou, quien fue el anfitrión y orador por parte del Mercosur, destacó que todos los mandatarios de la región consideraron este acuerdo como “un hecho trascendental” para “estrechar lazos con Europa, no solo económicos sino también culturales y tecnológicos que nos permitirán el crecimiento mutuo”.

“Luego de 25 años de negociaciones, hoy estamos dando un paso muy importante para que el acuerdo con la comunidad europea sea un hecho”, aseguró el presidente uruguayo.

En ese sentido, la representante alemana Von der Leyen es “un verdadero hito histórico porque se logró luego de muchos años un acuerdo que tiene una herencia compartida. Esto es una ganancia para Europa y también para toda la región del Mercosur”, consideró.

Luego, durante la LXV Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) y la Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur y Asociados, Milei asumirá la presidencia ‘pro tempore’, que dejará el mandatario uruguayo.

La comitiva que acompaña al Presidente esta integrada por la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el canciller Gerardo Werthein y el ministro de Economía, Luis Caputo.

Reacciones al acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, cerró hoy en Montevideo el acuerdo comercial con los países de Mercosur que se viene negociando desde hace 25 años, aunque este es apenas el comienzo de un largo proceso antes de su ratificación.

“No sólo es una oportunidad económica, es también una necesidad política”, aseguró la jefa del Ejecutivo comunitario, en una comparecencia sin preguntas junto al presidente de turno del Mercosur, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

En la víspera, los ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur y el comisario de Comercio europeo, habían anticipado que habían conseguido un acuerdo.

“Estamos derribando barreras y permitiendo que entren inversiones, estamos formando un mercado de más de 700 millones de consumidores”, celebró Von der Leyen, quien consideró que se trata de un “verdadero hito histórico” para las dos regiones.

El nuevo marco permitirá, según las cuentas de Bruselas, ahorrar a las empresas europeas unos 4.000 millones de euros en aranceles cada año.

El nuevo régimen comercial supone la eliminación progresiva del 91% de los aranceles que se aplican a los contingentes europeos que entran en Mercosur, por ejemplo a productos agroalimentarios de interés para España como el aceite de oliva, el vino, frutas y hortalizas y el porcino.

https://twitter.com/SantiPenap/status/1865156072454967320
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La UE, en cambio, liberalizará también la mayor parte del acceso a su mercado aunque quedan contingentes arancelarios para productos especialmente sensibles y se reconocen más de 350 Indicaciones Geográficas protegidas de la UE.

Francia, que se opone al acuerdo, subrayó hoy que el acuerdo “no está firmado ni ratificado” y advirtió que el anuncio de Von der Leyen no es el “final de la historia” porque no tiene “ningún efecto jurídico”.

En este sentido, fuentes del Elíseo han recordado que la Comisión deberá ahora presentar el resultado de las negociaciones a los Estados miembro de la UE, que deben examinar “a fondo” el texto antes de decidir si lo aprueban o lo rechazan.

París tiene claro que el documento es “inaceptable” tal como esta.

Francia promete, por tanto, seguir “defendiendo sin descanso su agricultura y su soberanía alimentaria”, unas “exigencias” que dice compartir con Polonia, Italia, Países Bajos, Austria y Bélgica, si bien no todos estos gobiernos han expresado de forma clara el mismo rechazo frontal planteado desde París.

El Elíseo ha insistido en que no puede aceptar que su sector primario sufra “competencia desleal” por parte de productores externos ni que puedan estar en riesgo los compromisos en materia climática.

El malestar de Francia contrasta con la celebración por parte de otros socios de la UE como España y Alemania.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, consideró que la firma de este acuerdo “histórico” hará a todos “más prósperos y más fuertes”.

En un mensaje publicado en su cuenta de X, Sánchez aseguró que España trabajará para que este acuerdo sea aprobado por mayoría en el Consejo Europeo, porque la apertura comercial con los “países hermanos” servirá para tender “un puente económico sin precedentes” entre Europa y América Latina.

En la misma línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, aplaudió en redes sociales que se haya levantado “un importante obstáculo” dentro de este proceso y destacó que el acuerdo “creará un mercado libre para más de 700 millones de personas”.

Sin embargo, la Asociación Alemana de Agricultores pidió a las instituciones europeas que no ratifiquen el acuerdo.

“Este acuerdo perjudica unilateralmente a los agricultores europeos y debilita masivamente la competitividad de nuestras explotaciones”, declaró el presidente de la asociación, Joachim Rukwied.

Argumentó que los mecanismos previstos para proteger las normas europeas de agricultura y producción de alimentos son totalmente insuficientes.

“El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, como instituciones ahora decisivas, no deben aprobar el acuerdo en esta forma”, exigió Rukwied.

Poco antes de que se confirmara el acuerdo tras más de dos décadas de negociaciones, el vocero comunitario en materia comercial, Olof Gill, avisaba en una rueda de prensa desde Bruselas de que el acuerdo no se podía dar por firmado, porque lo ocurrido en Montevideo, en los márgenes de la cumbre del Mercosur, es un acuerdo político sobre los textos negociados a nivel técnico.

“El acuerdo político es sólo el primer paso de un largo proceso”, indicó, en referencia a que tras la conclusión de las negociaciones se inicia un largo proceso que arrancará por el examen legal de los textos por parte de los servicios jurídicos del Ejecutivo comunitario y su traducción a todas las lenguas oficiales de la UE, lo que llevará varios meses, antes de entrar en la fase que permita firmar y ratificar el Tratado.