“Ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones y decidió no participar de las reuniones de gabinete”, dijo Milei en una entrevista.
El Presidente se refirió también a su vínculo con la vicepresidenta Victoria Villarruel y reconoció en ese sentido que el diálogo entre ambos es netamente “institucional”.
“Ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones y decidió no participar de las reuniones de gabinete. Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”, afirmó.
Las tensiones entre ambos fueron creciendo desde que asumió la administración nacional, hace casi un año, y ahora parecen haber alcanzado un punto de no retorno, remedando una disputa interna que han sufrido la mayoría de los gobiernos argentinos desde la recuperación de la democracia en 1983. Cerca de Villarruel se expresaron sorprendidos por las palabras de Milei y analizaban una posible respuesta.
El mandatario habló en una entrevista con el canal La Nación +, este miércoles por la noche. Cuando le preguntaron por la participación de Villarruel en las definiciones del Gobierno, Milei fue tajante. “Ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones”.
¿Hay diálogo entre el presidente y su vice? “Lo que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles”, respondió escuetamente Milei y, sin que se lo preguntaran, se sintió forzado a dar explicaciones: “Ella, en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo [la elite de dirigentes y empresarios], de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”, distinguió.
En el edificio del Senado, cuya titularidad ejerce por mandato constitucional la vicepresidenta, las declaraciones de Milei generaron estupor. “Nos causaron sorpresa las palabras del presidente”, se limitó a señalar un estrecho colaborador de Villarruel, mientras se evaluaba la conveniencia de responder públicamente.
En defensa de Villarruel se pronunciaron senadores oficialistas. “Las críticas a la vicepresidente son injustas e innecesarias. A pesar de tener minoría en el Senado, está realizando un gran trabajo para avanzar en las ideas de la libertad que pregonamos durante la campaña. Presidente, no se deje influenciar por los cantos de sirena. Las personas con las que se está rodeando no son los mismos de siempre, son los peores de antes”, apuntó Francisco Paoltroni, quien ya tuvo encontronazos con el círculo más próximo a Milei, donde se destacan su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y el asesor Santiago Caputo. “La vice ha trabajado para cumplir con los objetivos del Gobierno dentro del Senado y eso se ve”, sumó el legislador Ezequiel Atauche.
Siempre estuvo claro que Milei y Villarruel representaban líneas distintas dentro de La Libertad Avanza. Mientras el presidente asumía un discurso más liberal, con eje en la economía, su vice se mostraba más conservadora y enfocada en la militancia contra los consensos alcanzados en democracia en torno a las políticas de derechos humanos, como vocera de expresiones negacionistas del terrorismo de Estado durante la última dictadura (1976-1983). A la vez, tenían puntos de encuentro en cuestiones como el rechazo al aborto y a las políticas de género, entre otras cosas.
Las diferencias comenzaron a aflorar en diciembre del año pasado, ni bien asumió el Gobierno. El acuerdo previo era que la vicepresidenta controlaría los ministerios de Defensa y de Seguridad, pero en busca de apoyos Milei los cedió a referentes del PRO —el partido del expresidente Mauricio Macri (2015-2019)— y de la Unión Cívica Radical. Sin espacios para gestionar, la vicepresidenta quedó limitada a su función en la Cámara de Senadores y, a partir de entonces, los choques se multiplicaron.