El movimiento Hezbollah confirmó la muerte de su líder Hassan Nasrallah tras un ataque de Israel en el Líbano

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El secretario general del partido, Hassan Nasrallah, murió el viernes en un bombardeo israelí en el sur de la capital libanesa, Beirut, confirmó la resistencia libanesa y advirtió que piensa seguir apoyando a Palestina en su defensa contra Israel.

Hassan Nasrallah, secretario general de Hesbollah entre febrero de 1992 y septiembre de 2024

“Nasrallah está ahora con Alá como gran mártir. Se suma a la caravana de mártires de Kerbala y los mártires inmortales cuya marcha ha liderado durante 30 años de victoria en victoria”, afirmó el grupo en un comunicado difundido por el canal de televisión libanés Al Manar.

El comunicado recuerda que Nasrallah, de 64 años, tomó las riendas del partido en 1992 y lo llevó a la “liberación del Líbano en 2000” y al final de la ocupación israelí del sur del país, “la victoria de 2006”.

“La dirección de Hezbollah seguirá con su yihad contra el enemigo en apoyo de Gaza y Palestina, en defensa de Líbano”, aseguró el partido-milicia libanés.

Tras el anuncio, la cadena Al Manar, afín al grupo, comenzó a emitir rezos en lugar de la información en directo sobre los bombardeos israelíes en el Líbano que venía transmitiendo desde hace varios días.

Horas antes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) había anunciado la muerte de Nasrallah en bombardeos realizados durante la tarde y noche de ayer en los suburbios de la zona sur de Beirut, bastión de la organización.

“El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hezbollah operaba desde el cuartel general y promovía actividades contra los ciudadanos del Estado de Israel”, dicen las FDI en un comunicado.

En total, Israel ha bombardeado “140 objetivos de Hezbollah” durante la pasada noche, incluidos decenas de lanzadores que “apuntaban a la retaguardia del Estado de Israel” y otros edificios en los que “se almacenaban armas”.

Igualmente, bombardearon fábricas de armamento y “otras infraestructuras militares”, algunas de las cuales estaban ubicadas debajo de edificios residenciales en el área de Beirut.

Los bombardeos en Beirut continuaban al mediodía de hoy (las 5 de la Argentina), según la prensa libanesa, que destaca que también ha habido nuevos bombardeos en las sureñas ciudades de Marjayún y Tiro y en el este del país.

Las autoridades israelíes emitieron órdenes de evacuación para cuatro de las zonas del sur de Beirut bombardeadas, pero se han contabilizado bombardeos en al menos 12 puntos de la ciudad.

El Ministerio de Salud del Líbano informó que han muerto al menos seis personas y 91 resultaron heridas como consecuencia del primero de los bombardeos, si bien se espera que el número de víctimas aumente a medida que progresen las labores de búsqueda tras los últimos ataques.

Más tarde, la Dirección General de Protección Civil libanesa reportó la muerte de uno de sus trabajadores durante una operación de rescate en el sur de Beirut, anoche, mientras que otro más se encuentra en estado crítico. Ambos fueron víctimas de uno de los bombardeos israelíes en la zona.

Tras el anuncio de la muerte de Nasrallah, el jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, advirtió que el Ejército es capaz de llegar hasta “cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel”.

Decenas de ataques impactaron sobre Beirut con una intensidad que no se producía desde la guerra de Líbano de 2006.

Precisamente, Nasrallah ha corrido la misma suerte que su antecesor, Abbas Musaui, quien murió como consecuencia de un ataque de Israel en febrero de 1992.

Nasrallah, quien en ese momento tenía 32 años, se puso entonces al frente del grupo.

El punto de inflexión en su carrera política se produjo durante la guerra de Líbano en 2006 y su liderazgo se consolidó aún más tras las elecciones parlamentarias de 2018, en las que Hezbollah obtuvo 13 escaños.

Tras los comicios, Hezbollah y otros partidos aliados desempeñaron un importante papel en la formación de un gobierno de unidad que acabó recayendo en el ex primer ministro Saad Hariri.

No obstante, su popularidad se ha compensado también con críticas por su apoyo al Gobierno sirio del presidente Bashar al Assad.