Copa de la Liga – fecha 10: Boca batió a Racing por 4 a 2, mientras que Independiente y River se repartieron puntos en Avellaneda

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En la Bombonera, para el Xeneize marcaron Blondel, Cavani, Valentini y Colombo en contra; mientras que para la Academia anotaron Quintero y “Maravilla” Martínez. El sábado, Borja abrió la cuenta para el conjunto Millonario y Avalos igualó para el Rojo. Ambos goles fueron marcados en el primer tiempo, Marcone fue expulsado en el segundo tiempo.

Boca le ganó a Racing esa clase de partidos que pueden marcar un quiebre en el torneo. Porque empezó arriba, porque pasó a perderlo y porque lo dio vuelta con espíritu, con coraje, con decisión y también con fútbol, por supuesto. Y así, no sólo se llevó un 4-2 muy celebrado, sino que se metió en la misma línea de Lanús (con un partido menos) y Defensa, los que luchan por el cuarto puesto en la clasificación de la zona B.

El partido se rompió una, dos, tres veces. Primero, con el golazo de Blondel, de media distancia (y de otro contexto), que cambió lo establecido hasta en ese momento (26 minutos del PT). Hasta ahí, cuando todo se destrabó. Boca y Racing se habían medido, se habían estudiado, pero no se habían lastimado. Lo que siguió, luego, fue un ida y vuelta frenético que ya no terminó más.

De media distancia, incluso, el local no sólo sacó ventaja. Estuvo ahí nomás de estirarla, porque Zenón, apenas un ratito después, sacó otro bombazo con destino de gol, pero Arias sostuvo a Racing en partido. Y ahí llegó el gol de Juanfer Quintero, el estigma de Boca, el que había elogiado justamente Riquelme en la semana, el que marcó el 1-1. El colombiano la rompió, pero ni eso fue suficiente para que la Academia pudiera imponerse en la Bombonera.

Ni siquiera, cuando Racing sacó ventaja en el arranque del segundo tiempo con una asistencia del propio Quintero que Maravilla Martínez mandó a la red. Parecía que la Academia, que llegaba con mucha gente al área de Boca, que jugaba con decisión y ambición, marcaba el pulso del partido. Incluso, se lo llevaba puesto al local, lo sometía a un ritmo difícil de sostener. Pero…

Llegó una nueva aparición de Blanco, el lateral clave en los clásicos para Boca (también decisivo en el Súper), para ir hasta el fondo y sacar un centro que rebotó en Colombo y se metió. A partir de ese 2-2, otra vez el partido se rompió. Pero esta vez, a favor de Boca. Porque la Academia volvió a sentir el impacto de ese gol en contra. Y porque a partir de ahí, el equipo de Martínez jugó con otra decisión, con otra confianza. Al punto que llegó ese nuevo centro de Blanco que Cavani, en esta nueva versión goleadora, mandó a la red con un cabezazo realmente Matador.

A partir de ahí, Martínez buscó reforzar la última línea y bancar la victoria con el ingreso de Anselmino por Benítez, para armar línea de cinco atrás. Y también Merentiel se metió por Langoni. El partido, igual, siguió en ese ritmo dramático. De hecho, con Chiquito Romero en el palco, el que se lesionó fue su reemplazante, Javi García, y el que entró, ovacionado, fue Leandro Brey, el arquero del Sub 23. Más condimentos, imposible.

Costas metió a Carbonero, también a Roger Martínez, una dupla colombiana para cambiar la historia. Pero no pudo. Apareció Valentini, con otro cabezazo letal, para sentenciar el resultado, el clásico, la final. Lo festeja Boca, que por primera vez pone al menos la punta del pie en la zona de clasificación.

EL ROJO Y RIVER REPARTIERON PUNTOS EN AVELLANEDA

Independiente jugó un muy buen partido, especialmente en el primer tiempo. No se acomplejó con el fútbol ni las figuras del equipo de Demichelis, y en el balance final mereció algo más.

Tevez planteó en teoría una línea de cinco en el fondo, pero la realidad es que el chileno Isla jugó del medio hacia arriba, y contribuyó a que en la primera mitad su equipo ganara el duelo en la mitad de la cancha, ante un rival deshilachado, ya que Aliendro anda muy bajo y Villagra no colaboró mucho.

River jugaba mal, pero se puso en ventaja con una jugada bien armada por Borja (amagó el pase, descolocó a Spörle) quien le pegó al arco de rastrón. Era fácil para Rey, pero un roce en Aguilar hizo que el balón se levantara, desacomodara al arquero y se fuera a la red.

Lo empató el otro “9”, Avalos, quien rompió la sequía, con un toque entrando por el medio, tras un buen centro de Isla. Avalos, además del gol exigió mucho, se movió con inteligencia fuera del área y se convirtió en una de las figuras de la cancha, con puntaje similar a los de Paulo Díaz, Isla, Marcone (expulsado sobre el final) y Barco.

En el segundo tiempo el juego del local no fluyó como en el primero, y River mejoró un poco su imagen. Las entradas de Solari y Colidio le dieron más llegada a River, que tuvo algunas aproximaciones peligrosas, pero ninguna llegada muy clara.

Independiente fue un poco más y sus hinchas quedaron tan satisfechos con el equipo como enojados con el arbitraje. River sigue muy lejos de su mejor versión, pero aun superado siempre resuelve con sus individualidades.