El número fue el más alto desde abril y en lo que acumula del año 2025 alcanzó un 22 %.

En la antesala de las elecciones intermedias y tras un mes de alta volatilidad cambiaria, la inflación mostró una leve aceleración y cerró con un avance de 2,1%. Se trató del IPC más alto desde abril (2,8%), pese a que el traslado a precios del salto del dólar fue bajo.
La suba de precios acumuló 22% en lo que va del año y fue de 31,8% en los últimos doce meses según informó esta tarde el Indec. La inflación núcleo, que no contempla subas estacionales ni reguladas, mostró un avance de 1,9%, una desaceleración de una décima frente a agosto. Lo que impulsó el nivel general fueron los precios estacionales (2,2%) y los regulados, que marcaron un 2,6%.
La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,1%), por los aumentos en Alquiler de la vivienda, seguida de Educación (3,1%). Alimentos y bebidas subió 1,9%, y fue, como es habitual, el capítulo de mayor incidencia en el índice.
Tanto en los capítulos que miden los vaivenes en la adquisición de vehículos como el despacho de combustible, siempre relacionados al tipo de cambio, se encontraron aumentos de 3,3% y 3,4% respectivamente.
“De acuerdo con las buenas prácticas estadísticas que guían al Indec, se informa que la implementación de la metodología de cálculo del Índice de Precios al Consumidor con base en la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares 2017-2018 se comenzará a difundir con los resultados de las variaciones de enero de 2026″, indicó el organismo estadístico que dirige Marco Lavagna en una nota de su informe.
El alza de los precios estuvo en torno a lo esperado por el mercado, que había pronosticado una leve aceleración y rompió del techo del 2% -tras mantenerse por cuatro meses-, luego de que el dólar minorista se disparara a $1515 a mitad de mes pasado. Pero, gracias al anuncio del auxilio de EE.UU., el tipo de cambio terminó cerrando con un alza de sólo 1% en el mes (en el Banco Nación pasó de $1385 a $1400).
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) -que elabora el Banco Central (BCRA) entre consultoras, bancos y otros actores del sector privado- había estimado una inflación mensual de 2,1% para septiembre. Quienes mejor proyectaron esa variable en el pasado (el llamado “Top 10″) también reportaron una inflación de 2,1%.
En la Ciudad ya se había anticipado la aceleración de precios publicada hoy por el Indec. El Instituto de Estadística y Censos porteño difundió días atrás que el Índice de Precios al Consumidor porteño había registrado un avance del 2,2% el mes pasado, lo que implicaba una aceleración de 0,6 puntos con respecto al 1,6% de agosto.
“La variación interanual del IPC Nacional fue de 31,8%, registrándose diecisiete meses consecutivos de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior. Esta variación interanual es la más baja desde julio de 2018″, escribió el ministro de Economía, Luis Caputo, una vez conocido el dato en su cuenta de X. “La inflación acumulada en los primeros 9 meses del año fue de 22%, la menor para este período del año desde 2017 (17,6%)”, dijo desde EE.UU.
“A pesar de la volatilidad financiera generada por el ruido político, la inflación se mantuvo en niveles similares a los meses previos, incluso con la inflación núcleo y la media móvil de seis meses de la inflación general bajando en el margen, gracias a la solidez de un programa macroeconómico basado en el ancla fiscal, la no emisión monetaria y la recapitalización del BCRA”, agregó el titular del Palacio de Hacienda.
El dato se conoce en un contexto de incertidumbre para la economía, con el equipo económico buscando pavimentar con un rescate histórico por parte de Estados Unidos el camino a la elección intermedia, que reconfigurará el Congreso y definirá el nivel de sustentabilidad política que tendrá el Gobierno en los dos años que le quedan. No es un tema menor para la economía, que requiere de reformas -tributaria, laboral y previsional- para mejorar su competitividad sin una devaluación.
Según el REM del mes pasado, que se conoció antes de los acuerdos entre Javier Milei y Donald Trump, la inflación no volverá a estar por debajo del 2% en lo que queda del año: recién traspasaría ese piso nuevamente en enero (se prevé que ese mes llegue a 1,9%).
La encuesta del BCRA entre los agentes privados del mercado estimó que la inflación este año cerraría en torno al 30%. Se trata de un IPC muy por debajo del 117,8% de 2024 y del 211,4% que dejó el último año de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en 2023. Entonces esa marca fue la suba de precios más alta en más de tres décadas.
La inflación prevista para este año como base de partida en el proyecto de presupuesto 2026 llegaba a 24,5%. Para el año que viene, la Secretaría de Hacienda estimó un avance de 10,1%.
“Cuando nosotros llegamos, la inflación viajaba al 1,5 diario y se iba a escalar al 17.000 anual. Hoy es 30%. Para mi preferencia, es un número horrible, pero vamos en la dirección correcta. A mitad del año que viene no va a haber más inflación”, dijo esta semana Milei en una entrevista. Fue la única mención que hizo a la desaceleración de los precios.
La inflación empezó a pesar menor en el discurso oficial porque hace meses que las encuestas de opinión registran que otras preocupaciones son más importantes para los argentinos. Si bien la baja de inflación es la política oficial más reconocida por los consultados, una encuesta del mes pasado realizado por Casa Tres que dirige Mora Jozami puso al tope del ranking de preocupaciones a la “economía en general” (16%). Luego, aparecen la “corrupción” (15%) y más atrás los “bajos salarios” (11%).