El expresidente Jair Bolsonaro regresó este jueves a Brasil después de 90 días y ahora buscará estructurar la oposición a Lula da Silva, liderando al Partido Liberal.
Bolsonaro arribó al aeropuerto Juscelino Kubitschek de Brasilia las 6.40 proveniente de Orlando.
En declaraciones a CNN Brasil, el exmandatario dijo que no pretende ser el jefe de la oposición aunque sí anticipó que buscará viajar por el país para preparar el escenario electoral para las municipales de 2024 y las generales de 2026 como dirigente del Partido Liberal, que le pagará un salario de 7.600 dólares mensuales.
El exjefe de Estado deberá enfrentar al menos cinco causas judiciales, entre ellas una por el supuesto intento del “golpe contra Lula” del 8 de enero perpetrado por simpatizantes y otra por un supuesto contrabando de joyas provenientes de Arabia Saudita.
La fortaleza de Bolsonaro deberá medirse con el correr de los días pero varios diputados bolsonaristas buscan una recepción multitudinaria en Brasilia para mantener viva la llama de la militancia surgida al calor de la Operación Lava Jato y de la caída de Dilma Rousseff en 2016.
El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del excapitán del Ejército, aseguró que si inhabilitan a Bolsonaro será una decisión “antidemocrática” y lo posicionó como candidato para 2026.
El Partido Liberal ha colocado desde este mes al frente de la rama femenina a la exprimera dama Michelle Bolsonaro, una conservadora evangélica que ya tiene 6,2 millones de seguidores en las redes sociales.
En un discurso para la dirigencia del partido, Bolsonaro hizo hincapié en afirmar que la derecha es mayoría en el Congreso y que eso significa que es importante para impedir que Lula “haga lo que quiera” con el rumbo del país.
“Este Congreso debe mostrar a esta gente que por ahora, por poco tiempo, está en el poder, que no harán lo que quieran con el destino de nuestra nación”, aseguró, recordando que el Partido Liberal tiene el mayor bloque del Congreso, con 99 parlamentarios en Diputados.