El presidente Alberto Fernández agradeció a su par de Estados Unidos, Joe Biden, por el acompañamiento de ese país en las negociaciones ante los organismos internacionales y le propuso al líder demócrata “trabajar juntos” por el fin de la guerra, al advertir que la paz es “urgente” y la economía tiene que “recuperarse”. Más temprano, Biden llamó a unirse contra Rusia y China, durante una cumbre sobre el estado de la democracia en el mundo.
“El Gobierno del presidente Biden, como nuestro Gobierno, ve a la democracia y los Derechos Humanos como objetivos centrales para el desarrollo. En eso debemos seguir trabajando”, expresó el mandatario.
Con esas palabras Fernández dio inicio a su declaración inicial en la reunión bilateral que ambos mandatarios mantuvieron en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Fernández agradeció a Biden porque Estados Unidos, dijo, “siempre acompañó” a Argentina en los organismos internacionales y también le hizo un reconocimiento a la administración demócrata por la donación de vacunas contra el Covid-19 que “sirvieron de mucho” para “erradicar el virus” en el continente americano.
El presidente argentino le propuso a Biden “trabajar juntos y unir esfuerzos” para que la guerra en Ucrania “termine” y la economía “se recupere”, al advertir que la paz es “urgente”.
“Vemos el grave problema ha generado un daño inconmensurable a la economía mundial”, expresó Fernández desde el Salón Oval.
Además, sostuvo que con Biden tienen una “preocupación común” por el cambio climático y señaló que Argentina “está padeciendo la peor sequía desde 1929”.
El mandatario planteó que esa situación “ha complicado mucho nuestra economía”, por lo que “esa nueva realidad”, dijo, está siendo planteada a los “organismos de crédito”.
Como cierre de su declaración inicial, Fernández expresó su apoyo a la iniciativa de Biden para regular la venta de armas en Estados Unidos, al advertir que se trata de un “problema que tiene el mundo”.
“En mi país hay quienes proponen que las ventas de armas se liberen para defenderse”, señaló el mandatario, y expresó ante el líder demócrata su “solidaridad” y “afecto” con las familias de las seis víctimas del ataque perpetrado esta semana en una escuela de Nashville, Tennessee.
Por su parte, Biden agradeció las palabras del Presidente y le comentó que su esposa, la primera dama Jill Biden, se encontraba en esos momentos en el establecimiento de Nashville donde tuvo lugar al atentado.
Biden destacó además que la reunión representa una “oportunidad para afirmar que nada está fuera de nuestro alcance si trabajamos juntos”, y afirmó: “Estamos trabajando para proteger los Derechos Humanos y garantizar que la democracia beneficie a los ciudadanos de ambos países”.
También agradeció la posición del Gobierno argentino de “condenar la agresión rusa ante el pueblo ucraniano”.
“Tenemos una muy buena oportunidad para seguir profundizando nuestras relaciones económicas en los diferentes temas de cooperación”, subrayó el líder demócrata.
Fernández había ingresado a la Casa Blanca a las 16.03 (hora de Argentina), acompañado por el canciller Santiago Cafiero.
Después de la reunión, los presidentes se trasladarán a la Sala de Gabinete, donde compartirán una reunión de trabajo con las delegaciones de los dos países.
Por la Argentina estarán los ministros de Economía, Sergio Massa, y de Seguridad, Aníbal Fernández, quienes viajaron en forma directa a Washington.
También se sumarán el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; los jefes de Gabinete de Cancillería, Luciana Tito, y de Economía, Leonardo Madcur, y el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello.
La comitiva estadounidense estará compuesta por el secretario de Estado, Antony Blinken; la secretaria del Tesoro, Janet Yellen; el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols; el asesor especial para América Latina, Juan González; el encargado de Argentina y Cono Sur, Lorenzo Harris; y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley.
Biden arremete contra China y Rusia al inaugurar segunda cumbre sobre democracia
El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó hoy a unirse contra Rusia y China, durante una cumbre sobre el estado de la democracia en el mundo en la que prometió inyectar casi 700 millones de dólares para detener el retroceso mundial del pluralismo.
Tras críticas de que la primera Cumbre por la Democracia, en 2021, se centró mucho en Estados Unidos, Biden nombró como coanfitriones para esta edición a líderes de países de los cinco continentes: Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y Zambia.
Para esta cumbre, virtual en su mayor parte, el presidente estadounidense invitó a 121 líderes, ocho más que en 2021, incluidos los primeros ministros de Israel e India pese a las acusaciones de creciente autoritarismo que pesan sobre ellos.
Concebida por Biden como una forma de restaurar la credibilidad de EEUU después de la presidencia del republicano Donald Trump (2017-2021) y de la violenta invasión del Congreso en enero de 2021, la Cumbre enfrenta un nuevo desafío debido a la invasión rusa de Ucrania y la ofensiva diplomática de China.
La instancia trabajará para “hacer que Rusia rinda cuentas por su guerra injusta y no provocada contra Ucrania, mostrando que las democracias son fuertes”, dijo Biden durante la apertura del encuentro.
“Fortalecer la gobernanza transparente y responsable basada en el consentimiento de los gobernados es un imperativo fundamental de nuestro tiempo”, agregó.
Su homólogo de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, dijo que la democracia estaba “bajo ataque”.
Biden propone crear un fondo de 690 millones de dólares para promover la democracia en el extranjero, informó un funcionario estadounidense a periodistas antes de la intervención del mandatario.
El dinero se destinará a financiar elecciones libres, promover medios de comunicación independientes y fortalecer la acción contra la corrupción, agregó el funcionario, que pidió no ser identificado, informó la agencia de noticias AFP.
En la primera cumbre, Biden prometió 424 millones.
La administración estadounidense también anunciará una iniciativa con alrededor de 10 aliados para contrarrestar el uso indebido y la proliferación de programas espía (spyware), que EEUU teme que se han convertido en un instrumento de China a medida que aumenta su influencia tecnológica.
Hace dos días, Biden restringió al Gobierno de Estados Unidos el uso de spyware comercial y los republicanos se proponen en el Congreso prohibir TikTok, la aplicación para compartir videos subsidiaria de la compañía china ByteDance.
Ayer, Biden se manifestó preocupado por Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, quiere llevar a cabo una reforma judicial pese a las críticas de que socavaría la democracia.
Netanyahu, que suspendió, al menos temporalmente, las medidas debido a fuertes protestas, estimó en la cumbre que la alianza con EEUU es “inquebrantable” y dijo que Biden era “un amigo desde hace 40 años”.
En tanto que el primer ministro indio, Narendra Modi, a quien EEUU considera un baluarte ante China, también ensalzó las virtudes de la democracia días después de que el jefe de la oposición fuera expulsado del Parlamento por una condena por difamar al líder derechista.
India es la “madre de la democracia”, afirmó Modi, a cuyo Gobierno también se acusa de una creciente represión de los medios.
Biden se negó a invitar a algunos gobernantes, como el turco Recep Tayyip Erdogan, que se presenta a la reelección en mayo después de dos décadas en el poder, y al primer ministro húngaro Viktor Orban, un crítico de los valores liberales.
Tampoco invitó a algunos de sus aliados cercanos como Bangladesh, Singapur y Tailandia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sin rodeos que el mundo atraviesa una “conmoción dramática” en la que los valores democráticos están “bajo ataque”, y puso como ejemplo las restricciones a los medios y los defensores de los derechos humanos.
Estados Unidos ha identificado a China como el único adversario a largo plazo del orden internacional liberal liderado por Washington e invitó a Taiwán a la cumbre, a pesar de no reconocer a esta democracia autónoma.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, consideró por su parte que la cumbre “aumenta la confrontación” y “avivará la división en nombre de la democracia”.
El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, acusó a EEUU de hipocresía y resaltó los problemas de “racismo, violencia armada, corrupción y desigualdad social” en el país norteamericano.
“Hemos visto las desastrosas consecuencias de los intentos de exportar por la fuerza la democracia estadounidense a Irak, Libia y Afganistán”, declaró.