Durante las reuniones ministeriales que se celebraron en Montevideo como antesala de la cumbre que se celebrará mañana, el debate entre los diplomáticos giró en torno a la valoración de los avances conseguidos y, especialmente, a tratar el diferendo sobre cómo dar los próximos pasos en la relación con otros países y bloques comerciales.
Los cancilleres de la Argentina, Brasil y Paraguay destacaron este lunes el valor del Mercosur para la integración y el desarrollo económico común, al tiempo que rechazaron las negociaciones iniciadas por el gobierno de Uruguay con intención de insertarse unilateralmente en el Acuerdo Transpacífico.
El canciller uruguayo, Francisco Bustillo, reiteró las críticas que su gobierno le viene realizando al Mercosur, bloque al que calificó de “imperfecto” y “languideciente”, que se ha detenido en discusiones “bizantinas” y que, según sus palabras Uruguay pretende “dinamizar”.
Como ya sucedió la semana pasada, los cancilleres de los países socios del bloque rebatieron de manera unánime los argumentos del diplomático y subrayaron que todas las negociaciones deben realizarse “dentro” del Mercado Común.
Santiago Cafiero afirmó que la Argentina ve “con preocupación” el inicio de “un camino unilateral” de Uruguay y advirtió que esa actitud “podría desembocar en una ruptura” del bloque.
“No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque; por el contrario, vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura”, señaló.
En ese mismo sentido, el brasileño Carlos França se manifestó “preocupado” por los “problemas” de las negociaciones “individuales”, una crítica velada a los intentos uruguayos de suscribir acuerdos comerciales por fuera del bloque.
“Estamos preocupados con problemas que inevitablemente resultarían de las negociaciones individuales: problemas jurídicos y comerciales”, señaló.
El titular de Itamaraty, que vive su última reunión antes de dejar el cargo por el recambio del gobierno de enero, señaló que su país “está abierto a discutir modalidades flexibles” en las negociaciones “externas del bloque, a condición que sucedan de forma franca y transparente y en las instancias del bloque”.
Tampoco fue más piadoso con las posiciones uruguayas el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Julio Arriola, quien aseguró que las posiciones unilaterales “son inadecuadas” y “socavan la imagen del Mercosur”.
“Puede ser que solos se vaya más rápido, pero juntos vamos más lejos”, agregó Arriola, sin perder el tono calmo de la diplomacia.
Desde la llegada al poder de Luis Lacalle Pou, Montevideo ha sido crítico con el Mercosur y, en distintas instancias, lo ha calificado, en absoluta soledad, como “corset” y “lastre”.
En la anterior cumbre de presidentes celebrada en Asunción, el gobierno uruguayo había manifestado su intención de suscribir un Tratado de Libre Comercio con China: tanto ese anuncio, como el realizado en los últimos días, han sido rechazados por sus socios.
En ese sentido, si bien las palabras de Bustillo fueron -como esperaban los propios diplomáticos uruguayos- “duras”, esos mismos actores señalan que “podrían pasar años” hasta conseguir un avance concreto en las negociaciones bilaterales encaradas con China o con países del Transpacífico.
“Si en el futuro se llega al momento de cerrar el acuerdo” con el bloque Transpacífico, se hará “el balance” sobre si le conviene a Uruguay mantenerse en el Mercosur o marcharse, comentaron fuentes diplomáticas uruguayas a Télam durante la reunión.
Entre las quejas lanzadas por Bustillo estuvo la lentitud del bloque para sellar nuevos acuerdos económicos con terceros, sólo 11 desde, y la falta de avances con la Unión Europea o con países de Asia.
Al respecto, Cafiero contestó detallando avances en las negociaciones con Indonesia pero, al igual que França, dijo que el paso “lógico” para el bloque tender puentes con el Caribe.
En ese marco, señaló que, en algunas otras negociaciones, como en el caso de la relación con la Unión Europea, surgen nuevas exigencias: “A veces la pelota no está solo de nuestro lado”, argumentó.
“No debemos pasar por alto que la Unión Europea sigue avanzando con la aprobación del Pacto Verde y, en cada etapa, lejos de morigerar el alcance de las normas, las torna más gravosas para los intereses de países exportadores de bienes agrícolas. Muchos productos que componen la oferta exportable de los países del Mercosur se volverán más onerosos y algunos, incluso, quedarán fuera del mercado europeo”, ejemplificó.
Mientras tanto, y de cara al traspaso de la presidencia pro tempore del bloque que se concretará mañana y que recaerá sobre Argentina, Cafiero ponderó lo trabajado en el semestre que se cierra y agradeció a Bustillo por lo realizado en diversos campos.
“Estamos seguros de que los temas que se han trabajado durante esta presidencia pro tempore de Uruguay seguirán avanzando en el próximo bienio, en línea con la tradición de continuidad en las agendas a través de las diversas presidencias”, concluyó.