El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció este lunes que reconoció la independencia de las exprovincias separatistas orientales ucranianas de Lugansk y Donetsk y firmó con sus líderes “acuerdos de amistad y ayuda mutua”.
En un mensaje televisado, Putin dijo que Ucrania está manejada por otros Estados y su Ejército “comandado” por la OTAN, y que está “preparando una acción militar” contra Rusia y llevando a cabo una ofensiva contra Lugansk y Donetsk, cuyo fin exigió de “inmediato”.
“Considero necesario tomar una decisión largamente esperada: reconocer de inmediato la independencia y la soberanía” de las repúblicas proclamadas en 2014 por los separatistas en esas dos provincias fronterizas con Rusia, anunció el presidente, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Putin dijo que el Gobierno ucraniano ha declarado su intención de adherirse a la OTAN y de poseer armas nucleares, algo que sería una amenaza para Rusia y toda Europa.
El mandatario volvió a lamentar que Estados Unidos y la OTAN hayan rechazado sus exigencias de que Ucrania no se adhiera a la alianza y de que ésta retire las fuerzas desplegadas en países de Europa del Este que fue englobando después de la caída de la Unión Soviética (URSS).
“Cuando nuestras propuestas para un diálogo igualitario sobre cuestiones fundamentales de hecho quedaron sin repuesta de EEUU y la OTAN, cuando el nivel de amenazas a nuestro país está aumentando significativamente, Rusia tiene todo el derecho a tomar medidas de represalia para garantizar su propia seguridad”, dijo.
El presidente agregó que la actual crisis de seguridad europea se debe a que Occidente incumplió promesas no escritas que dio a los últimos líderes soviéticos de que la OTAN no se expandiría hacia el Este, y que esto provocó la pérdida de confianza mutua.
Desde hace semanas, Estados Unidos afirma que Rusia planea invadir Ucrania con decenas de miles de soldados que ha desplegado en la frontera común.
Moscú lo niega y afirma que las tropas participan de maniobras y que tiene derecho a cualquier movilización dentro de su territorio.
Las tensiones parecieron disminuir la semana pasada cuando Putin anunció un repliegue parcial de las tropas, pero volvieron a crecer desde el jueves por un incremento de las hostilidades entre el Ejército ucraniano y fuerzas de las provincias separatistas, donde se habla ruso.
Más de 14.000 personas han muerto por el conflicto con Donetsk y Lugansk, que se proclamaron independientes en rechazo del violento derrocamiento del entonces Gobierno ucraniano, afín a Rusia, por una ola de protestas, y su sustitución por otro nacionalista, antirruso y prooccidental.
Rusia considera que el derrocamiento del anterior Gobierno ucraniano fue un golpe de Estado, y Putin dijo hoy que la destitución del Gobierno ucraniano de 2014 “no acercó a Ucrania ni a la democracia, ni al progreso”.
“Al realizar su golpe de estado, los nacionalistas y las fuerzas que lo apoyaban llevaron toda la situación finalmente a un atolladero, y empujaron a Ucrania al abismo de la guerra civil. Ocho años después de esos sucesos el país está dividido, Ucrania atraviesa una grave crisis social y económica”, aseguró el líder ruso en su discurso.