Según un relevamiento reciente, el precio del kilo de tomate marcó una fuerte variación de precios de acuerdo a los barrios.
El precio del tomate se encuentra imparable desde comienzos del año. En las últimas horas, se replicaron los comentarios en las verdulerías del AMBA sobre el importante incremento de la verdura – o fruta- por excelencia de los argentinos. Con alta demanda, muchos se sorprendieron por el importante precio en tan pocos días. La distorsión de precios provocó que en distintas zonas se comercializara desde $230 pesos mientras que en otras llegó a un máximo de $500.
Según un relevamiento reciente de Consumidores Libres, en comercios minoristas del AMBA, el precio del kilo de tomate marcó una fuerte variación de precios de acuerdo a los barrios. Mientras que en algunos barrios se situaron alrededor de los $230 pesos (Recoleta) y La Plata ($249), otros tuvieron fuertes incrementos que alcanzaron los $530 pesos. El barrio con el precio más caro fue en Palermo, que tocó los $530 pesos.
Héctor Polino, Director de Consumidores Libres dio más detalles del fenómeno: “En la primera quincena de enero de acuerdo al Relevamiento, pasó de $230 pesos a $290. Con un aumento del 26,9% en la Ciudad de Buenos Aires. Pero en algunos lugares se vendió a 350 y a 380 y 500 pesos”.
Carolina Suárez, especialista en consumo agregó otras variables: “Influyen también aspectos menores como falta de mano de obra, desde que cuesta generar nuevo interés como así puntualmente los que se ausentan por vacaciones o están aislados”.
“Los fuertes calores, las dificultades para el traslado del producto a los centros de venta y todo eso generó un aumento en la estructura de costos que se trasladó a los precios. En general cuando aumenta el precio de un determinado producto es muy difícil que el mismo baje, pero todo va a depender del consumo. Si los consumidores dejan de comprar el tomate por los altos precios que tiene, el precio de este va a bajar”. En una economía inflacionaria, el rol del consumidor debe ser preponderante.
Ambos, consultados por el medio, recordaron que en 2007 y 2012 hubo un boicot a la compra de tomate por los aumentos desmedidos de precios. “Los resultados fueron muy positivos”, explicó Polino.
Otros alimentos además tuvieron fuertes subas: este es el caso de las hojas verdes (espinaca, la lechuga y la acelga, entre otras, están siendo fuertemente afectadas, lo que complica su cosecha y también podría repercutir en el precio), azúcar (aumento del 4,79%), acelga en paquete (+11,11%) y las manzanas (4,17%).
Suárez destaca, de todas formas, que en el mercado mayorista ya comenzó a verse una baja: “Hoy en Mercado Central en el mayorista hay una importante baja. De a poco se irá acomodando como todos los saltos de precios” comercializándose en torno a los $180 pesos.
El mejor consejo para los consumidores es aguardar hasta que el mercado se vaya acomodando.