La medida regirá desde el 31 de enero de 2022 y alcanzará a cualquier oficina de la Santa Sede.
El Vaticano anunció este jueves que solo dejará entrar a sus empelados si están vacunados o recuperados de coronavirus, además de establecer, a partir del 31 de enero de 2022, la obligación de la tercera dosis para todo el personal que esté en contacto con el público.
A través de un decreto de siete artículos, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, dispuso que el “el personal sin un pase verde válido que acredite, exclusivamente, el estado de vacunación contra el SARS-CoV-2 o recuperación del virus del SARS- CoV-2 no podrá acceder al lugar de trabajo y debe considerarse ausente injustificada”.
La ausencia, según el decreto, llevará “la consecuente suspensión de la retribución mientras dure el ausentismo, sin perjuicio de las deducciones previsionales y asistenciales, así como la asignación a la unidad familiar”.
Al mismo tiempo, “la prolongación injustificada de la ausencia del lugar de trabajo tendrá la consecuencias previstas por el Reglamento General de la Curia Romana”.
Entre las disposiciones firmadas por Parolin se encuentra además la extensión de la obligación de vacunación para entrar a cualquier oficina de la Santa Sede a “colaboradores externos y a quienes de cualquier modo desarrollen actividades en los mismos Órganos, al personal de la empresas externas y a todos los visitantes y usuarios”.
Por otra parte, el Vaticano dispuso que “todos los que prestan servicio en contacto con el público” deban tener, a partir del 31 de enero, la tercera dosis de vacuna anticovid, segunda en el caso de haber recibido el fármaco de Johnson & Johnson en primera instancia.