Miles de personas salieron hoy a las calles de distintas ciudades francesas por sexto sábado consecutivo para protestar contra la implementación del pasaporte Covid. Al mismo tiempo, se registraron represión y detenciones en marchas contra el confinamiento en Australia.
Los medios franceses reportaron protestas en las sureñas Toulon y Marsella y la capital, París, aunque hay unas 200 movilizaciones convocadas en todo el país, informó la agencia de noticias Europa Press.
Se espera un gran número de participantes principalmente en el sur del país.
En París, en tanto, hay anunciadas cuatro manifestaciones, dos de ellas convocadas por los “chalecos amarillos” y otra por el líder del ultraderechista y euroescéptico partido Les Patriotes, Florian Philippot.
La semana pasada el Ministerio del Interior contabilizó 215.000 manifestantes, frente a los 237.000 del sábado anterior.
Para hoy, la cartera espera “entre 170.000 y 220.000” manifestantes, entre 12.000 y 20.000 de ellos solo en París.
El pasaporte Covid -un certificado de vacunación con las dos dosis de la vacuna o un test negativo reciente- se exige desde el 21 de julio en Francia para acceder a lugares culturales y de ocio, y desde el 9 de agosto es obligatorio para ir a un bar o un restaurante y viajar en aviones y trenes de larga distancia.
Fue impulsado por el presidente, Emmanuel Macron, aprobado por ambas Cámaras del Parlamento y respaldado por la Justicia.
Macron quiere imponer la vacunación obligatoria para el personal de salud antes del 15 de septiembre, fecha a partir de la cual se realizarán inspecciones y se aplicarán sanciones.
La sexta marcha contra el pasaporte Covid coincide con un momento especialmente complicado para la campaña de vacunación francesa, en gran medida por la acción de los negacionistas, pero también por la temporada de vacaciones de verano boreal, que ahora está llegando a su fin.
Francia aplicó hasta el momento 82 millones de dosis de vacunas y completó la pauta a casi 37 millones de personas, equivalente al 54,9% de sus 67 millones de habitantes.
Miles de personas salieron a las calles de Melbourne y Sydney para protestar contra las nuevas medidas sanitarias anunciadas por el Gobierno tras registrar un nuevo récord de contagios de coronavirus, en manifestaciones que terminaron con represión y detenciones.
Más de 1.500 policías se desplegaron en Sydney, capital del estado de Nueva Gales del Sur, bloquearon calles y arrestaron a decenas de personas durante una marcha con unos 250 participantes, informó la policía de ese estado.
Más violenta fue la movilización en Melbourne, en el estado de Victoria, que decretó órdenes de confinamiento en todo su territorio para contener un creciente brote de Covid-19.
Los manifestantes lanzaron bengalas al grito de “libertad”, la inmensa mayoría sin usar mascarilla, según el diario de la ciudad The Age.
La policía reprimió a los manifestantes con gas lacrimógeno y detuvo a más de 200 personas.
Sin pelos en la lengua, el ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, consideró que a los ciudadanos que acudieron a la protesta contra las restricciones “les importa un carajo” la situación de la pandemia en el país, informó la agencia de noticias Europa Press.
Hazzard lamentó que Australia esté viviendo “una situación muy grave” con un sistema sanitario saturado y en la que hay una parte de la población que “deliberadamente no cumple con lo que se les ha pedido que hagan”.