La ceremonia más importante del mundo actoral se celebrará el próximo domingo 25 y se retransmitirá en directo desde múltiples lugares, incluido el emblemático Teatro Dolby.
La Academia de Hollywood tendrá este domingo la 93a. entrega de sus Premios Oscar con el legendario Anthony Hopkins y el fallecido Chadwick Boseman como favoritos para llevarse la estatuilla a Mejor Actor, en una competencia junto a Riz Ahmed, Steven Yeun y Gary Oldman, todos ellos en papeles dramáticos.
En el inicio de la temporada de premios, Hopkins se impuso en los Bafta por su papel en “El Padre”, de Florian Zeller, mientras que en los Globo de Oro y en el de Sindicato de Actores (que suele marcar tendencia) hizo lo propio Boseman, gracias a su rol en “La madre del blues”, de George Wolfe.
Sin embargo, las casas de apuestas le dan su segundo Oscar a Hopkins, tras su victoria en 1992 con “El silencio de los inocentes”, a lo cual siguió cinco nominaciones, incluyendo la de este año.
En definitiva, según el diario británico The Independent, el experimentado intérprete paga 7 a 1, Boseman 12 a 1, Riz Ahmed 14 a 1, Steven Yeun 40 a 1 y Gary Oldman a 50 a 1. De ganar, el galés de 83 años será el hombre de mayor edad en obtener la estatuilla en la historia de esta categoría.
En el filme del francés Zeller, Hopkins interpreta a Anthony, un hombre que reclama su independencia mientras todo se vuelve borroso y las más mundanas actividades cotidianas se transforman en odiseas.
La cinta, fue elogiada por su retrato de la demencia senil y por las interpretaciones de Olivia Colman y del propio Hopkins, quien se pasea con maestría por todos los estados que hacen al abanico de emociones de su personaje.
De ganar, Boseman, quien se hizo famoso como “Pantera Negra”, se convertiría en el tercero en hacerse con la estatuilla de forma póstuma en una categoría actoral, uniéndose así a Peter Finch (“Poder que mata”, 1977) y Heath Ledger (El Guasón en “Batman – El caballero de la noche”, 2008).
Boseman falleció el 20 de agosto de 2020, víctima de un cáncer de colon, a los 43 años. Aunque hacía casi cinco años que había sido diagnosticado, nunca habló en público de su enfermedad.
Riz Ahmed, que llega a los Oscar con “El sonido del metal” (“Darius Marder)” tras papeles tan variados como el del villano de “Venom” o un rapero pakistaní en “Mogul Mowli”, supo llevar adelante una actuación que pasó más por la silenciosa expresión de su cuerpo que por grandes monólogos o diálogos, tal como lo pide la trama de la cinta.
Se trata de una brillante interpretación que le valió sendas nominaciones en los Globos de Oro y los Bafta, con una cinta que viaja al interior de la desesperación y el intento de salvarse en la tormenta perfecta de la soledad, con una lejana luz que se prende y apaga al final del túnel.
Ahmed, de 38 años, es músico y actor. Nació en Reino Unido y su película, “El sonido del metal”, se puede ver en Netflix.
Gary Oldman, de 63, ya había conseguido su primera estatuilla cuando recreó a Winston Churchill en “Las horas más oscuras”. En “Mank”, de David Fincher, le da vida en la pantalla a Herman “Mank” Mankiewiecz, el atribulado guionista del clásico y revolucionario filme “El ciudadano”, de Orson Welles.
Alcohólico y mujeriego, Mank debió ser controlado con espíritu castrense durante los 60 días que tardó en escribir el libreto. Todo eso vive en la piel de Oldman, que supo sumergirse en la melancolía y depresión de un personaje que tuvo todo para ganar, pero que se dejó llevar por el estrepitoso descenso de las adicciones y el desenfreno de su pasión: la escritura.
Steven Yeun, en tanto, llega a este papel luego de reconocidas actuaciones en las primeras temporadas de “The Walking Dead” y en el filme “Okja”, de Bon Joon Ho. Nacido en Seúl hace 37 añois, eligió vivir en Estados Unidos para hacer una carrera cinematográfica que lo depositará este domingo en el Teatro Dolby de Los Angeles.
En la cinta de Lee Isaac Chung, Yeun interpreta a un padre de familia que en los 80 deja Corea para vivir en el campo de Estados Unidos, intentando reflotar el sueño americano. El actor encarna los deseos, la frustración y el obligado desapego a la cultura familiar, pero sufriendo por esa lejanía al ver como su esposa añora los años en Corea del Sur.
Una crisis de mediana edad en la que chocan los deseos personales, los familiares y ese futuro que todo adulto desea, pero que no sabe si finalmente se concretará.