Los nombres que se añadieron son una médica de la empresa Swiss Medical y el coordinador de los enfermeros que asistían al astro argentino.

Una médica de la empresa Swiss Medical y el coordinador de los enfermeros que asistían a Diego Armando Maradona en la casa del country de Tigre donde falleció el 25 de noviembre pasado fueron imputados por los fiscales que investigan las circunstancias del deceso, quienes además convocaron para el próximo 8 de marzo a la junta médica que intentará determinar si la muerte del “10” pudo haberse evitado.

Fuentes judiciales informaron que los dos nuevos imputados son Nancy Forlini, la médica que desde la mencionada prepaga coordinaba la internación domiciliaria de Maradona, y Mariano Perroni, quien era el coordinador de los enfermeros aportados por la empresa Medidom.

Ambos fueron notificados de que quedaban investigados como imputados de un posible “homicidio culposo” y fueron citados para que el próximo jueves, a las 11, se presenten en la Fiscalía General de San isidro a firmar el acta correspondiente.

Con Forlini y Perroni, ya son siete los imputados que hay en esta causa que tiene como principales sospechosos al neurocirujano Leopoldo Luque (39) y a la psiquiatra Agustina Cosachov (35).

Pero, además, se encuentran imputados el psicólogo Carlos Daniel “Charly” Díaz (29), la enfermera del turno mañana y tarde Dahiana Gisela Madrid (36), y el enfermero de la noche, Ricardo Omar Almirón (37). Forlini era la médica que coordinaba para Swiss Medical todo lo referido a la internación de Maradona en la casa del country San Andrés, mientras que Perroni era el jefe de todos los enfermeros que asistían a la casa.

“Recordemos que Perroni fue la persona que instó a la enfermera Madrid a falsear un informe para la empresa ‘Medidom’ en el que constaba que aquella mañana había intentado controlar a Maradona y que él se había negado, cuando en realidad la enfermera no había entrado a la habitación”, aseguró una fuente judicial.

Los dos nuevos imputados, incluso, formaban parte del chat de WhatsApp denominado “Tigre”, donde los enfermeros reportaban todas las novedades sobre Maradona y donde, quedaron evidenciadas algunas falencias de la internación, como una indigestión con vómitos por haber cenado camarones provenzal, la caída en la habitación, las peleas con los médicos, las reiteradas negativas a que lo controlen y hasta un alerta de los profesiones para quedar cubiertos “en la parte legal”.

En tanto, el equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro John Broyad, e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y por la fiscal de Benavídez, Laura Capra, convocó para el 8 de marzo a la junta médica que definirá si hubo o no mala praxis.

John Broyad, fiscal general de San Isidro

Voceros judiciales informaron que nueve son los peritos oficiales de la junta. La primera reunión será ese día a las 10 y la sede será la Superintendencia de Policía Científica de la policía bonaerense, en calles 52 y 118 de la ciudad de La Plata.

De los nueve peritos oficiales, los cuatro primeros son los médicos legistas que practicaron o presenciaron la autopsia: el director de Medicina Legal de la policía bonaerense, Carlos Cassinelli; el jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti; el jefe de la morgue de San Isidro, Agustín Grimoldi; y el jefe de la morge de La Plata, Javier Grubisa.

Los otros cinco médicos son especialistas en distintas disciplinas: Gustavo Di Niro, jefe del servicio de cardiología del Hospital Central de San Isidro; el psiquiatra José Luis Covelli, jefe de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Carlos Damin, jefe del servicio de toxicología del Hospital Fernández y jefe de la cátedra de esa disciplina en la UBA; Hernán Trimarchi, jefe de Jefe del servicio de nefrología del Hospital Británico; y Fernando Cairo, presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología.

La autopsia, las historias clínicas y toda la documentación médica que se haya secuestrado o aportado sobre Maradona y los estudios complementarios a la autopsia, serán el eje del análisis de la junta, según tienen planeado los fiscales.

Leopoldo Luque, neurocirujano de Maradona

La junta médica será la clave de la causa, ya que, a partir de sus conclusiones, los fiscales tendrán los elementos necesarios para saber cuál era el cuadro de salud de Maradona, si la casa de Tigre era un lugar adecuado para su internación, si la muerte se podría haber evitado y si, tal como sospechan, actuaron con negligencia algunos integrantes del equipo médico interdisciplinario que asistía al “10”.

Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.

La autopsia determinó que murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”. De acuerdo con los resultados de los estudios toxicológicos realizados, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo, aunque sí detectaron psicofármacos.

El foco de la investigación penal está puesto en determinar si la internación domiciliaria era la adecuada para un paciente como Maradona, si hubo mala praxis médica y si la muerte del “10” se pudo haber evitado.

Dentro de la misma causa, Gianinna y Jana Maradona, dos de las hijas de Diego Armando Maradona, fueron citadas nuevamente por la Justicia para que amplíen sus declaraciones testimoniales en la causa en la que se investiga la muerte de su padre, informaron fuentes judiciales.

“La idea es preguntarles algunas cuestiones puntuales que surgieron a lo largo de la investigación, detalles que no teníamos cuando declararon por primera vez a los pocos días de la muerte de su padre y que ellas quizás puedan aportar”, explicó uno de los investigadores judiciales del expediente.

El equipo de fiscales de San Isidro integrado por los fiscales generales adjuntos, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra, citó para el próximo jueves a las 12.30 a Jana (24) y para el viernes a Gianinna (31).

En su primera declaración del 28 de noviembre -a tres días de la muerte del “10”-, Gianinna había declarado que el neurcirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados que tiene la causa, era el “médico de cabecera” de su padre, que la última vez que lo visitó a su papá lo notó “muy hinchado” y que “semanas previas a su fallecimiento presentaba un deterioro tanto físico como cognitivo”.

El mismo día también declaró en la fiscalía su hermana Jana, quien dijo que “Luque era el que mandaba en todo lo relacionado con la salud” de su padre y que cuando se planteó la internación domiciliaria “se dijo textualmente y varias veces que iba a ser seria, con enfermeros 24/7, con especialistas, con una ambulancia a disposición”.