Este último informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) refleja el panorama de la industria de la indumentaria y la moda durante el último mes, en el marco de la crisis económica derivada de la pandemia y de una paulatina recuperación de la actividad industrial local.
Según surge del informe, tras un año marcado por el COVID-19 y tres años de caída del poder adquisitivo de la población argentina, la mejora de los salarios y las jubilaciones será fundamental para lograr impulsar las ventas y la producción de ropa.
Entre el inicio de la crisis cambiaria (en abril de 2018) y fines de 2020, el poder de compra de los salarios cayó 18,7%, mientras que el de las jubilaciones mínimas, pensiones y asignaciones familiares, un 11,9%. Como consecuencia, el consumo de ropa se contrajo, fenómeno también agravado por la fuertísima reducción de los eventos sociales a causa de la pandemia.
Este nuevo “Semáforo de la Indumentaria” de la CIAI revela que desde el inicio de la pandemia, por primera vez, la cantidad de indumentaria fabricada no sufrió una caída en comparación con el mismo mes de 2020. No obstante, las importaciones se contrajeron 30,9% y las exportaciones de indumentaria argentina cayeron 5,1% en diciembre, acumulando así durante el año U$S 17 millones (cifra 27,4% inferior a la de 2019).

“Uno de los principales limitantes para incrementar la producción de indumentaria radica en la escasez de insumos y materias primas, dado que ello genera serias dificultades para alcanzar un normal abastecimiento de prendas para el mercado”.
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